“El afer de los afters”. El mensaje corría por los WhatsApps de los invitados. Era una fiesta clandestina, de la que solo se sabía la zona de su ubicación: Bernabéu. La dirección exacta se ofrecía más adelante. Felipe Juan Froilán (24 años) la recibió en su móvil como el resto de las 229 personas que, horas más tarde, acabarían desalojadas por exceso aforo de esta sala VIP con saunas, jacuzzis y duchas en los reservados. Un after exclusivo sin ley, que vio cómo la Policía Municipal se veía obligada a intervenir después de las múltiples quejas de los vecinos. Tras esto, el nieto del rey emérito, volaría de vuelta a Abu Dabi, donde ha establecido su residencia, al amparo de su abuelo. Ha sido su adiós más polémico.
Froilán suma así una nueva controversia más a su, ya de por sí, abultada historia. Fue por eso por lo que su madre, la infanta Elena, convino que lo mejor para él era mudarse a Emiratos Árabes, donde pasaría más inadvertido y podría gozar de un mayor anonimato. Y del amparo que esto supone, claro. Su nueva vida en Abu Dabi aún no ha comenzado pero la que deja en Madrid sigue dándole quebraderos de cabeza. Especialmente a su madre y a su tío, el rey Felipe VI.
En este local ubicado en la calle Orense, muy cerca de la Castellana, epicentro de la fiesta para chicos como Froilán, se ubica esta sala con reservados con precios tan desorbitados como 1.500 euros por noche y un aforo de 99 personas. 229 fueron desalojadas de él, entre ellos, menores, tal y como informa El Mundo. Se incautaron sustancias estupefacientes, así como, también, un arma blanca. Se fumaba en espacios cerrados y los reservados triplicaban el aforo permitido.
Tras ser desalojado de esta fiesta clandestina, Froilán y sus amigos continuaron con la fiesta. La actuación de las Unidades Centrales de Seguridad de la Policía Municipal no les quitó la ganas de farra y, con las mismas, se trasladaron a otro punto de la ciudad, muy diferente del anterior: Vallecas. En este barrio, ubicado al sur de la capital, se localiza uno de los afters más famosos y hasta allí se desplazó el hijo de la infanta; tal y como contaron desde el programa de los fines de semana de Telecinco, ‘Fiesta’.
Los afters, la guinda de un pastel de fiestas sin fin para Froilán
Lo cierto es que Pipe, como le llamaban de pequeño, empezó su fin de semana de juerga el jueves por la noche; y el domingo fue el colofón de los colofones. Tres días antes había visitado uno de los locales preferidos de la gente guapa; donde se pueden tomar unas ostras, una pizza de tataki de atún o unos nigiris de langosta, todo regado de champán; para, a eso de la medianoche, pasar a bailar sin fin al ritmo de los DJs residentes.
El siguiente plan fue más tranquilo: cañas con su hermana. Victoria Federica y Froilán, junto con más amigos, fueron vistos en una cervecería de la calle Ponzano el viernes, tal y como cuenta Semana. Raciones y tapas para darse un último homenaje gastronómico antes de regresar a Abu Dabi, y extrañar hasta la desesperación, como le pasa a su abuelo, la gastronomía de aquí.
Pero quién le iba a decir a él que no se llevaría a Emiratos el buen sabor de boca de un jamón cinco jotas; sino más bien, el amargor de una polémica nueva.