Los años no pasan en vano, ni siquiera para los famosos. No necesariamente es esto algo negativo. Tan solo es curioso, incluso impactante, ver cómo aquellos bebés que llegaron al mundo bajo el brazo de una pareja de 'celebrities' ya no son unos niños. De hecho, muchos son más que unos jóvenes adultos y ya se acercan a la treintena. Claro ejemplo de ello es el caso de Stella del Carmen (27 años). Nacida en la Marbella de los 90, conocida por la prensa desde que nació y la única hija concebida por el mediático matrimonio que formaron Antonio Banderas (63 años) y Melanie Griffith (66 años).
Aquella pareja de actores que durante tanto tiempo encandiló a la crónica rosa y que, tras casi veinte años de casados, en el 2015 sorprendía al mundo con la noticia del fin de su longeva unión. El remate definitivo a un vínculo aparentemente estable por "diferencias irreconciliables", aunque ya por siempre conectados en su faceta de progenitores. Padres de una estrella 'made in Spain'. Con lo mejor de los dos mundos y una vida a caballo entre la Málaga natal de su padre y Los Ángeles, en los Estados Unidos, donde reside su madre. El motor de la felicidad de ambos y personaje público por herencia sobre quien, en realidad, no conocemos tanto.
Stella del Carmen, enamorada y tras los pasos de su padre
Aunque sus 220.000 seguidores en Instagram puedan dar pie a equívoco, en ningún caso ha optado Stella por llevar su carrera profesional por la vía 'influencer'. Y no porque no asista a eventos como cualquier celebridad de Internet haría. La popularidad de su clan –y la suya propia, que cada vez es mayor–, así como su inmarchitable compromiso por mantener viva su conexión con España, ha venido de la mano con invitaciones a las citas más exclusivas que se organizan dentro y fuera de nuestro país.
Semanas de la moda aparte, tan solo hace falta remitir a su aparición en la fiesta organizada por la firma de joyas Rabat en Madrid el pasado octubre de 2023. Velada de ensueño entre todo tipo de personalidades de importancia en la que la hija del protagonista de 'Dolor y gloria' sorprendería enfundada en un precioso vestido negro. Una pieza exquisita, de terciopelo y con escote, confeccionada desde la referencia al icónico 'vestido de la venganza' de Lady Di.
Sea como fuere, y por mucho que –como tantos otros vástagos de la fama– podría limitarse a vivir de este tipo de colaboraciones, es otra la gran pasión que le corre por las venas. La misma que la ha llevado emprender un camino laboral tras los pasos de los suyos. Cuestión de ADN, pero también de inquietud y trabajo propio. Y es que quepa no obviar en ningún supuesto que no solo es hija de dos intérpretes nominados al Óscar, sino que también es, por parte de madre, nieta de la legendaria actriz Tippi Hedren y medio hermana de la célebre Dakota Johnson.
No es de extrañar, pues, que ella también sea una enamorada del cine y haya querido hacer de ese interés su profesión. Formada en escritura creativa e interpretación, prefiere ocuparse del trabajo que hay detrás de las cámaras. Lo transmite a través de sus redes sociales, en las que a menudo hace partícipes a los internautas del porfolio que está construyendo, así como de su particular estilo como cineasta en potencia.
Pasos en la industria que da poco a poco, serena, aunque ya se le conocen trabajos como la filmación de campañas de publicidad para marcas de moda como Paloma Wool y otros tantos editoriales. Eso, además de haber colaborado con la productora fundada por Dakota o la compañía de su padre. Sin ir más lejos, ella fue segunda asistente al director cuando Banderas, en noviembre de 2021, desarrollaba el musical 'Company'. Ese amor por la producción que no es incompatible con disfrutar del ocio y sus tradiciones favoritas. Para muestra, su última aparición en la tierra de Antonio con motivo de la Semana Santa. Unos días en la Costa del Sol en los que poder disfrutar junto a papá y Nicole Kimpel, la pareja de él, de las procesiones que inundan el sur peninsular cada año. Pero no viajó sola, puesto que la acompañaba su otro gran amor.
Se trata de Álex Gruszynski, su chico. Financiero de profesión y un buen amigo de la infancia con el que hace no tanto se dio una segunda oportunidad. Porque no, no es esta la primera vez que mantienen una relación. Fue en el 2015 cuando comenzarían un primer noviazgo que parecía ir viento en popa, con incontables muestras públicas de que Gruszynski estaba integrado en la familia. No obstante, y antes de llegar al dulce momento actual, hubo un destacable alto en el camino. En el 2019, Stella empezó a salir con Eli Meyer, hijo de Ronald Meyer, uno de los representantes de actores más prestigiosos de Hollywood. Y aunque juntos hicieron mil planes como un romántico viaje a Italia e incluso se dejaron ver en público en el Starlite marbellí, una fotografía que ella misma publicó en febrero de 2023 bastó para entender que Álex volvía a ser quien ocupaba su corazón. Esa adoración que se profesan, latente durante estas vacaciones en Málaga, que los ha emparejado de nuevo.
Los 'secretos' mejor guardados de Stella del Carmen
A pesar de no ser una desconocida absoluta, Stella no destaca por ser asidua a desvelar demasiado sobre su vida privada. Es una de esas famosas reservadas, que sabe cómo proceder para preservar una intimidad relativa pese a estar expuesta. Son esos pies de plomo que precisan de un ojo analítico para descubrir sus incógnitas. Porque en cualquier caso, y dejando de lado su aquí y ahora profesional en el sector cinematográfico, es probable que muchos de los que se han subido ahora a su barco no tengan constancia que años atrás ya probó suerte en el mundo de la moda. Como modelo, sí. Aunque pocas marcas lograron convencerla para posar y nunca diese el paso de desfilar sobre la pasarela.
Quizás algo más 'secreto' si es que en el 2021 se aventuró a incurrir en el ámbito de la perfumería, encargándose de una colección de esencias unisex, artesanales y sostenibles, que bautizó como Lightbound. Fragancias de inspiración española, con nombres como 'Alma', en lo que se presentaba como un viaje tan aromático como simbólico por sus raíces. No hay duda de que la belleza es otra de sus grandes pasiones. Basta con echar un ojo a algunas de sus publicaciones en las redes sociales para darse cuenta.
Fue precisamente en una de esas fotografías donde desveló otro de sus grandes 'secretos'. Nada más y nada menos que dos de sus productos clave para cuidar el rostro. Por un lado, una crema hidratante de lujo de Augustinus Bader cuyo precio ronda los 200 euros. Por otro, un aceite limpiador elaborado con más de 100 pétalos de rosa, ideal para retirar suciedad y maquillaje, de la marca Monastery. Este, a la venta por algo menos de 50 euros. Innegable es que Stella también tiene suficiente criterio para elegir lo mejor para lucir una piel perfecta. Quizás es por eso mismo que, según apuntan algunos medios, también se atrevió a ser directora de producciones para una línea de cosmética de Chanel. Mujer polifacética como pocas, una caja de sorpresas.