El pasado 20 de marzo, después de más de un año jugando al despiste con las "cosas" que pasaban en su casa, David Bustamante y Paula Echevarría confirmaban su divorcio vía comunicado. Cinco meses después, el matrimonio ya puede afirmar que están oficialmente divorciados. Tal y como ha confirmado a Semana su abogado Ignacio Palomar Ruiz, la expareja ya tiene en su poder la sentencia en firme de divorcio. El paso definitivo que les quedaría sería "solicitar una copia testimoniada de la sentencia e inscribir el divorcio en el registro civil". Con esto, David y Paula escribirían la última página de su historia de amor. Su punto y final, aunque siempre estarán unidos por la razón que les ha empujado a llevar el proceso con la máxima discreción y tomar esta decisión de mutuo acuerdo: su hija Daniella.
Y es que a pesar de que su separación puede definirse de tormentosa y larga, desde el momento en que anunciaron que se divorciaban, todo empezó a marchar para ambos. La actriz se encontraba ya concentrada en su relación en ciernes con su actual pareja, el futbolista Miguel Torres. A David le quedaba muy poco, entonces, para fichar por el concurso que le devolvía la sonrisa a la cara y las ganas de amar. El cántabro se convertía en la gran atracción de 'Bailando con las estrellas', donde se ha desarrollado su romance con la bailarina Yana Olina a ritmo de tangos y pasodobles.
Fue a inicios de de 2017 que todo saltaba por los aires dentro del matrimonio de Bustamante y Echevarría. Después de fuertes rumores de crisis entre ellos, que llevaban arrastrando desde el verano de 2016, la pareja decidía separarse. Paula se quedaba a vivir en el domicilio conyugal con su hija, mientras que David se iba a vivir de alquiler a un piso de lujo en Pozuelo de Alarcón.
Durante todo ese año, hubo diferentes focos de tensión a los que tuvieron que enfrentarse: la primera comunión y el cumpleaños de Daniella, las navidades o la venta de la casa familiar.