Diez años después, el museo dedicado en Chipiona a la memoria de Rocío Jurado continúa sin abrir sus puertas. Amador Mohedano, el principal involucrado en su creación, continúa culpando a una única persona como responsable en la no apertura. Según él, su sobrina Rocío Carrasco continúa poniendo trabas para esto. Se trata del proyecto en el que ha volcado los últimos años de su vida y que recoge algunos de los recuerdos más destacados de la artista. El piano con el que ensayaba, sus batas de cola preferidas, abanicos, fotografías familiares inéditas hasta ahora… todo destinado al goce y al disfrute del fan acérrimo de la Más Grande.
Esta mañana, Pepe del Real, del programa de Ana Rosa, se ha entrevistado con Amador para volver a poner de relieve el tema. Estando completamente acabado, el centro no ha abierto sus puertas. Además, han recogido las declaraciones del hermano de Rocío en las que contaba cuánto pedía Carrasco por el museo. Haced cuentas: 30.000 euros al año, en base al canon por emplear la imagen de su madre de la que ella es única heredera y le reporta numerosos beneficios, más el 50% de lo obtenido de la recaudación en taquilla, más todo sacado de la venta de merchandising (posters, camisetas, imanes, postales…). Si la exhibición permanente por fin consiguiera su reapertura, sería un gran éxito, personal para Amador, pues ha consagrado su vida a esto y económico para la mujer de Fidel Albiac, pues supondría una nueva manera de generar ingresos económicos.
Amador sostiene que en el pueblo existe un interés real, y que no son pocos los turistas que llegan a Chipiona queriendo encontrarse con la esencia de la Jurado y se vuelven sin poder visitar el museo. Como el fan de Elvis que viaja a Menfis y se queda sin recorrer Graceland, algo imposible. Y si él era el rey del rock, Jurado era la reina de la copla.