El corte que Jordi Cruz recibió cuando la fama se le subió a la cabeza

Jordi Cruz se sincera con Jesús Calleja sobre las polémicas que ha protagonizado y su paso de anónimo a famoso gracias a 'MasterChef'

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

Jordi Cruz

Jordi Cruz se sincera en 'Planeta Calleja'

Mediaset España

Jordi Cruz (44 años) y Jesús Calleja (57 años) viajaron hasta Grecia en la primera entrega de esta nueva temporada de 'Planeta Calleja'. "Hemos venido hasta aquí por petición de Jordi", confesaba el avennturero a las cámaras de su programa. El chef es un apasionado de la historia, la mitología y las culturas clásicas. El catalán dejó claro que él también es aventurero, "pero sin pasar penurias". Pese a sus peticiones y exigencias, sufrió haciendo trekking a través de las montañas de Pelión y pasó frío practicando rápel. Se define como un tipo "tímido, poco afectivo pero muy creativo", algo que contrastaba con la imagen de desagradable y de difícil trato que tenía Jesús Calleja antes de conocerle.

El chef lleva entre fogones desde que recuerda. Comenzó a trabajar muy joven. De hecho, fue el chef más joven de nuestro país en recibir una estrella Michelín. La consiguió cuando apenas tenía 24 años. Siguió trabajando. De un restaurante a otro. Pero una de las cosas que más le costó gestionar fue el salto de anónimo a famoso. Su talento era conocido dentro del mundo gastronómico, pero al ponerse al frente de 'MasterChef' comenzó a reconocerle el gran público.

"A los 3 años de estar en 'MasterChef', me acostumbré a los tratos especiales y se ve que se me subió la fama", confiesa Jordi Cruz. Pero, por suerte, el chef tuvo a alguien cerca que supo hacerle ver lo que estaba pasando. "Un amigo me dijo que estaba imbécil. Pregunté la razón y me dijo que me echaban de menos, que estaba distante, que la televisión me estaba cambiando. Me callé y le di las gracias. Tenía razón", reflexionó.

Jordi Cruz y Jesús Calleja

Jordi Cruz es el primer invitado de Jesús Calleja

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Jordi se ha ganado la fama de 'malo' dentro del jurado de 'MasterChef'. "Al principio no sabía cómo actuar en televisión y decidí hacer lo mismo que hacía en mi cocina", contestó ante la duda de Calleja, que quería saber si había más de fachada que de realidad. "Allí hacemos función de jurado, maestro y cliente que paga. Aunque pueda parecer chungo, al final saben que es bueno para ellos. Por eso, no nos replican. Primero les puede molestar, pero lo haces por su bien y porque crees en esa persona. Meto caña a la gente que sé que puede hacer buena cocina", aseguró.

Si Jordi tuviera que elegir un formato de 'MasterChef' tiene claro cuál sería. "El que más me divierte es el Celebrity", confesó. "Me da morbete esas figuras que las he visto toda la vida, de golpe tenerlas delante, vulnerables. Les puedes decir que su plato es una mierda", bromeó. Para sus compañeros solo tiene buenas palabras. "Pepe es maravilloso, es mi hermano mayor", confesó. " Samantha es buena, generosa, organizada, una pedazo de madre y con gran corazón", añadía.

Jordi Cruz zanja sus polémicas

Calleja preguntó por algunas de las polémicas que ha protagonizado. La primera tuvo que ver con Dabiz Muñoz. Parecía que había criticado su estrella Michelin, pero parece que más bien fue un malentendido: "Me alegré mucho por él. Me preguntaron si Michelin era seria y rigurosa. Creo que es muy potente y no está mal que mire por los territorios. Casualmente se la dieron a él y alguien lo relacionó. Me llamó y lo hablamos". También respondió a Ibai Llanos, quien había tachado a su restaurante de caro. "Hay mucha calidad en los productos y en el trato. Hay 50 personas trabajando. Ibai, no es caro y lo sabes", espetó.

Jordi Cruz y Jesús Calleja
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La polémica que más le dolió tuvo que ver con la supuesta precariedad de sus becarios. "Me dijeron de todo", confesó. "Llevo toda la vida creando equipos, currando para que mi gente se gane la vida de forma decente y tengo a muy pocos chicos en prácticas. Me llamaron explotador, me hicieron mucho daño. Soy el restaurante con 3 estrellas que tiene menos gente en prácticas. Me quitó el sueño que me pusieran una pintada en el restaurante que dijera que ahí hay un explotador", aseguró.