Mariló Montero es la mejor amiga de la seguridad vial. Lo demostró denunciándose a si misma cuando condujo una moto sin casco, y lo ha vuelto a demostrar colgando en redes una foto del control de alcoholemia que le hicieron a su amiga y a ella anoche, cuando fueron dadas el alto por la guardia civil.
La periodista estaba orgullosa de mostrar al mundo entero la estupenda puntuación que había sacado su compañera de viaje, que era quien conducía el vehículo. “0.0” decía orgullosa al ver el resultado en el alcoholímetro, y aprovechaba para dar las gracias a los agentes por su trabajo. “Los mejores agentes de la carretera. Y la mejor conductora!!! Gracias por cuidarnos a todos los conductores para llegar a casa junto a nuestras familias, felices !!!”.
La recomendación de la navarra era clara: si se va a coger el coche, hay que dejar a un lado las cañitas, y pasarse a las cervezas sin alcohol. Parece que las dos amigas venían de haber celebrado una cena, y la conductora, muy concienciada con los accidentes en carretera, no probó una gota de ninguna bebida espirituosa. ¡Qué responsable! Y Montero orgullosísima de ella.
Montero recibió la semana pasada un fuerte varapalo emocional cuando recibió la noticia del fallecimiento de su amiga Paloma Gómez Borrero, con la que había trabajado y coincidido en multitud de ocasiones, la última en ‘Amigas y conocidas’, el programa que se emite a continuación de ‘La Mañana’, el espacio que la navarra presentó hasta julio del año pasado. Su amor por la corresponsal en el Vaticano era tal, que hasta le dedicó un capítulo de su libro ‘El corazón de las mujeres no tiene reglas’. “Todos los españoles hemos viajado, y viajamos, sin percibirlo, en Paloma. Es un vuelo suave, discreto, fiel y eterno. Desde antes de la puesta en marcha de la televisión en España, Paloma Gómez Borrero ya nos había aupado sobre su noble lomo, desde donde pudimos divisar todas las historias que suceden en el mundo y que la periodista nos viene relatando con una finura hipnótica, por la gracia de su pico delgado y corto con ceras carnosas”.
Cuando se enteró de su muerte, solo pudo decirle: “Querida amiga, Paloma: te recorriste el mundo entero. Te faltaba el cielo. Allí te espera tu gran amigo. Gracias por haber existido. Te quiero”.