Asus 81 años Naty Abascal es uno de los rostros más queridos del papel couché. La musa de Valentino ha tenido una de las vidas más interesantes de nuestro país: ha viajado por todo el mundo, ha sido musa de diseñadores y fotógrafos como Henry Clarke o Melvin Sokolsky y ha sido amiga de gente tan variopinta como Dalí. Sin duda la también estilista y consultora es todo un icono del mundo de la moda y por ello su casa no podría ser otra cosa que una obra de arte.
Siempre muy celosa de su intimidad, aunque muy cariñosa con sus fans porque "quiere a todo el mundo", Naty ha compartido a través de su cuenta de Instagram su piso de Madrid, una vivienda que está decorada con todo lujo de detalles, muy amplio y luminoso y con una personalidad tan grande que desde luego nadie dudaría que está en la casa de alguien con una vida tan especial.
Naty, que ha vivido una pesadilla por los problemas legales con su hijo Luis Medina, puede presumir de tener un piso de lujo en la capital. De estilo clásico, muy elegante, con cientos de libros en sus habitaciones, con muchos adornos dorados coloridos y, fotografías artísticas, grandes espejos, con recuerdos de todas las partes del mundo. Una mezcla de estilos que no deja a nadie indiferente. Y es que llama la atención el carácter y la identidad tan propia que tiene cualquier rincón.
Objetos de cristal de Murano, fotografías de flores, tomos de diseño, moda y fotografía por encima de mesas y estanterías, bolsos de Hermès puestos como si fueran una obra de arte (que por su precio podrían serlo perfectamente) y jarrones llenos de flores frescas que aportan un toque de frescura a cualquiera de las estancias.
En pleno centro de Madrid (está ubicado en pleno barrio de Chamberí), este piso también tiene estampados muy llamativos, cuadros de todo tipo de estilos que sirven como contraste y un recibidor que no tienenada que ver con el resto de la vivienda: mucho más sobrio, muy poco recargado y con un gran espejo que va de lado a lado para dar amplitud. También un mueble muy discreto incorporado en la pared para poder dejar las llaves y las cosas al llegar.
Si hay algo que llama la atención del piso es que hay dos salones; uno de ellos, donde más tiempo pasa, se divide en tres zonas: la de lectura, la de relax con el gran sofá y el comedor en el que la estilista se reúne con sus amigos cuando organiza cenas, fiestas y eventos. El otro mucho más acogedor pero también adornado con mucho gusto aunque para algunos lo describirían como barroco. Y es que Naty sin duda podría ser la reina del maximalismo.
Desde luego la casa de Naty es de todo menos aburrida. Tiene retratos por todas las estancias y destaca el amplio dormitorio y el vestidor. Y es que no hay que olvidar que una musa de la moda como ella no podría estar sin una habitación dedicada a los cientos de modelitos, zapatos y joyas que guarda para cada ocasión. De hecho, Abascal puede presumir de tener uno de los armarios más importantes de nuestro país. Cuenta con piezas muy especiales (y caras) que ya se han convertido en obras de arte y que hoy en día se venderían por cientos de miles de euros.
"Lo mejor que poseo no es una prenda en sí, sino el recuerdo que cada una de ellas me suscita. Por eso me encantan, porque son como mi vida. Existen momentos buenos y momentos malos, y todos forman parte de ti. Sé cuándo, cómo y con quién llevaba cada cosa", explicó Naty sobre su colección de moda en la revista 'Elle'.
En uno de los salones también destaca un retrato en el que Naty sale caracterizada como Frida Kahlo. "Se tomó en Punta Cana un día que estaba trabajando, hará siete años. Llovía a mares y el fotógrafo, Ricardo Labougle, y yo nos quedamos en nuestros respectivos cuartos. Estaba leyendo y ya me dolían los ojos y entonces se me ocurrió pintarme de Frida. Me presenté en su habitación así vestida. 'Naty, no te puedo creer', me dijo cuando me vio allí plantada. Me puse esa tela que es de Tanzania, algunos chismes que se habían quedado por ahí y las flores de frangipani. Fue muy divertido", contó ella en 'Harper's Bazaar'.
Si hay algo que está claro sobre la vivienda de Naty es que es su refugio, su rincón especial en el que descansar y disfrutar a partes iguales. Y por ello lleva años teniéndolo todo a la perfección.