Se llevaban 17 años, pero la edad nunca fue un impedimento para ellos, que estaban hechos el uno para el otro. Parecía que nunca veríamos romperse a la pareja formada por Bimba Bosé y Charlie Centa. Sin embargo, lo que no pudo el desgaste, lo ha podido la enfermedad, y prematuramente.
El modelo y Dj británico ha sido su amor verdadero, su apoyo incondicional e incansable, su escudero en su lucha contra el cáncer, su igual, su amante, su amigo y confidente y el hombre con el que pudo dar forma a su familia, el proyecto de vida del que Bimba estaba más orgullosa y era su más preciado tesoro. Charlie, Bimba y las hijas que la modelo tuvo con Diego Postigo, Dora y June, eran el equipo perfecto. El joven se acopló perfectamente a la Bimba madre de dos pequeñas, a las que quedó unido a un nivel profundo y sincero desde el principio y ha ejercido de padrastro responsable.
Charlie ha sido quien se ha encargado de todos los trámites desde que la llama de la modelo se apagaba esta mañana a las 11 de la mañana. Desde que se conocieron en 2013, la pareja era inseparable. En el amor, en la salud y en la enfermedad, en lo bueno y en lo malo, en el ámbito profesional, se complementaban a la perfección.
Su historia de amor empezó de la forma más casual del mundo. ¿Qué hubiera pasado si Bimba no hubiera parado a ese chico esbelto, que patinaba por las calles de Madrid, para que formara parte del desfile que estaba preparando? Entre ellos hubo química desde el primer momento, empezaron a salir y ya no se volvieron a separar. Las muestras de cariño de la pareja son interminables, pero las más conmovedoras y las que demuestran lo genuino y auténtico que era su amor, las hizo Charlie en el momento en el que Bimba fue diagnosticada de cáncer de mama en la primavera de 2014. Como si la vida les estuviera poniendo a prueba a ambos y para demostrar que no estaba sola en su lucha, el Dj se rapó el pelo cuando empezó el tratamiento de quimioterapia. La animaba y le insuflaba la energía cuando el coraje se debilitaba, compartiendo proyectos profesionales y bolos en discotecas (eran pareja profesional de Dj), y haciéndole los días más bonitos y luminosos. Llevaron el mismo tatuaje, una herradura con un ojo, que simbolizaba que el abuelo de Charlie les estaba cubriendo las espaldas.
En apenas han 4 años, han vivido más vidas que muchos. Si Bimba ha afrontado esta dura y larga batalla contra el cáncer con una gran entereza y como un canto a la esperanza, ha sido porque su alma gemela ha estado a su lado. Como ha expresado Dora Postigo, aunque deja un espacio que no se podrá llenar nunca, "hoy es un día para la tristeza", porque a Bimba no le gustaba, sino "un día para celebrar los momentos que compartieron juntos".