Podría parecer una fotografía cualquiera de las muchas que los famosos comparten en instagram. Un montaje que busca la diversión como otros tantos que nos encontramos día a día en las redes sociales. Famosos que bailan, que saltan, que organizan posados, vamos, famosos con tiempo libre. Pero no, no va por ahí la cosa. La repercusión de cada pequeño movimiento de los exconcursantes de OT se ha topado con un muro de crítica. ¿Sus protagonistas? Roi y Cepeda. ¿El motivo? Una fotografía. ¿Por qué? Mejor vayamos por partes...
La vuelta de Operación triunfo podrá haberse quedado en uno más de los intentos sin éxito de revitalizar la televisión. El germen de El reencuentro hizo que productora y cadena se pusiesen de acuerdo para desempolvar el formato y volver a ponerlo en marcha. Y funcionó, ¡vaya si funcionó! Empezó con mal pie pero terminó ofreciendo sentando las bases para el nuevo escenario al que tiene que enfrentarse el mundo audiovisual. Las redes no pueden ser un mero complemento de los programas. Ya lo sabíamos pero gracias a OT lo hemos podido comprobar.
Una vez finiquitado el programa, sus concursantes campan a sus anchas por esos mundo virtuales. Es su entorno habitual, el mundo al que están acostumbrados y lo hacen sin pensar. Es esa naturalidad parte fundamental del éxito de la edición. Cuando ya estábamos hartos de concursantes resabiados, llegaron la nueva hornada de triunfitos y suplieron los vicios televisivos con mucha juventud. Claro que esa misma juventud luego tiene que gestionar una fama inmediata con sus correspondientes implicaciones.
Roi y Cepeda se han visto envueltos en una polémica debido a su último montaje instagrammer. Lo que ellos imaginaban que sería un paso más en el divertimento al que nos tienen acostumbrados -se pasan el día haciendo bromas- ha conseguido el efecto contrario. Y puede que ni ellos mismos se hayan dado cuenta. Tenemos tantas cosas interiorizadas, tantas lecciones que nos ha inculcado la sociedad que muchas veces tenemos que analizarnos para comprender por qué actuamos de una determinada forma y qué problema puede esconder.
Cepeda y Roi se han hecho una foto desnudos y acostados en una cama. Una foto que busca una intimidad de cara el público y que, de entrada, sus seguidores habían aceptado con diversión. 'Madre mía, cuánto hacen por la visibilidad del colectivo LGTB'. ¿Seguro? Mientras los exconcursantes recibían los habituales halagos de sus seguidores, cualquier famoso homosexual que se atreviese a subir una foto idéntica con su pareja vería como sus comentarios se llenan de insultos y desprecios, cuando no de amenazas.
Lo que para Roi y Cepeda no es más que un juego, para muchos de sus seguidores ha significado una falta de respeto. Una broma sobre su orientación sexual a la que no han encontrado ninguna gracia. Y, posiblemente, tengan razón. OT ha conseguido una cota de visibilidad LGTB como hacía mucho que no teníamos en televisión. Ha supuesto un espejo donde pueden mirarse miles de adolescentes gays, lesbianas, bisexuales o trans que están pasando por momentos complicados. Si ellos son felices y cumplen sus sueños, ¿por qué yo no?
En este contexto, la broma de los 'cepoi' pierde su lugar. Gran parte de sus seguidores no se la ha comprado -teniendo en cuenta, además, algunos comentarios que escuchamos cuando todavía estaban en la Academia-. Y en el fondo, es algo bueno. Fomentar el debate, explicar los motivos, abrir los ojos también forma parte del aprendizaje. Incluso para los que creen que ya lo saben todo. Aguantar sobre los hombros el peso de la fama lleva estas responsabilidades. Que no todo va a ser hacer directos en instagram...