'OT 2017' hace historia: El beso de Marina y su novio se convierte en icono de visibilidad

Nadie pudo reprimir la emoción al asistir al emocionante beso entre la concursante y su novio, Bastian

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

No es que esta nueva remesa de Operación triunfo empezase con buen pie. La primera de las galas nos hizo temer lo peor. Errores técnicos, un presentador encorsetado, un jurado al que le faltaba entidad y unos concursantes que llegaban muy nerviosos -algo normal, claro- al escenario. Pero semana tras semana, el formato ha conseguido coger aire y ofrecer la mejor versión que podíamos llegar a imaginar. No solo ha creado el mismo fenómeno fan de su primera edición, sino que nos ha ofrecido algunos momentos que pasarán ya a la historia de la televisión. Anoche, en prime time, el mundo entero se emocionaba con los besos de Marina y su novio, Bastian ¿Quién nos iba a decir que Televisión Española iba a ser un puntal de la visibilidad trans?

Marina y Mireya se presentaban ante el público con dos temas muy distintos. La primera iba a interpretar The voice within de Christina Aguilera y la segunda, Cuando nadie me ve de Alejando Sanz. Dos formas muy diferentes de conseguir la salvación y, a la vez, dos canciones que evidencian a la perfección el paso de ambas por el concurso. Finalmente, fue Marina la que no consiguió el apoyo de los espectadores y tuvo que recoger sus maletas. Eso sí, antes de hacerlo, nos dejó un momento que ya ha pasado a la historia. A ver cuántos concursantes pueden decir lo mismo.

Tras acabar su actuación, la cantante -podemos decir cantante ya, ¿no?- recibía la visita de su madre, María, y de su novio Bastian. Era tal la emoción que no podía evitar salir corriendo para abrazarles. Marina se fundía en un enorme beso con su novio y despertaba el aplauso del público y de sus compañeros. Ay, ¡el amor! El cosquilleo que sentimos todos recordando aquellos tiempos en los que éramos adolescentes -el otro día, vamos-. Sin ellos pretenderlo, y posiblemente sin saberlo, se habían convertido en un icono. Un ejemplo de visibilidad en tiempos en los que creemos que tenemos todo conseguido y todavía nos queda muchísimo por lograr.

Marina ya había hablado de Bast dentro de la Academia. Algo que había provocado una oleada de comentarios transfobos en twitter -que el chico no dudó en responder a través de un vídeo-. Anoche, les respondieron con un beso. En una televisión pública. En prime time. Y con los espectadores deshaciéndose en elogios y piropos en las redes sociales. Nos sentimos orgullosos de encontrar un espacio en televisión donde la visibilidad se ha convertido en bandera -¡la camiseta de Bastian!-. El respeto, la complicidad, la empatía, cosas que deberían estar a la orden del día y, lamentablemente, nos cuesta encontrar. Hemos tenido que esperar hasta 2017 para encontrarlo. Algo estamos haciendo mal. Fatal.

Crear referentes populares es algo que la sociedad necesita para evolucionar. Ejemplos donde los jóvenes puedan mirarse y entiendan que no están solos, que lo suyo no es algo de otro mundo. OT está haciendo una inmensa labor este sentido. Desde los concursantes, hasta los profesores -las respuestas de Noemí y los Javis en twitter son ya dignas de recuerdo y aplauso-. Ojalá cunda el ejemplo. Aquí es donde un ente público debe sacar pecho. Otra televisión no solo es posible, ¡es que la tenemos aquí! Grande OT. Y grandes Marina y Bastian.