Todavía con la resaca de su intenso viaje de Estado a los Países Bajos, los reyes Felipe (56 años) y Letizia (51 años) se han unido este martes, 23 de abril, con motivo de la entrega del Premio de Literatura 'Miguel de Cervantes 2023', un reconocimiento que en esta edición ha recaído en el escritor español Luis Mateo Díez, por ser "uno de los grandes narradores de la lengua castellana, heredero del espíritu cervantino, creador de mundos y territorios imaginarios".
Con máxima puntualidad, alrededor de las 12 horas, los reyes aparecían a las puertas del Paraninfo de la Universidad de Alcalá envueltos en una enorme expectación. Una vez más, y con permiso de Felipe VI, ha sido su mujer quien ha acaparado buena parte de los focos gracias a su naturalidad y elegancia innata.
Después de deleitarnos con un sinfín de vibrantes prendas durante su estancia en Holanda, hoy ha recurrido a un estilismo mucho más sobrio pero igual de elegante. Aunque a primer golpe de vista parece un dos piezas, se trata de un vestido de tweed con hilos multicolores divido en cuerpo ajustado con manga francesa, escote cerrado y falda midi ligeramente acampanada, que destaca por los flecos en cintura y mangas. Sin duda, una apuesta muy acertada teniendo en cuenta la extrema bajada de las temperaturas y que, además, es inspiración para los looks de invitada de primavera y otoño.
A su lado, don Felipe ha arriesgado con un chaleco azul celeste que contrastaba con el esmoquin compuesto por chaqueta oscura y pantalones grises de rayas.
La reina Letizia se resiste a bajarse de los tacones
Durante su estancia en Ámsterdam fuimos testigos del fuerte dolor que padece doña Letizia en el pie izquierdo a consecuencia del neuroma de Morton, tanto que le impidió seguir el tradicional besamanos en el Palacio Real de la ciudad de pie. Visiblemente más recuperada, la Reina reaparecía este martes y a la vista está que se resiste a bajarse de los tacones, calzado que forma parte de su uniforme de trabajo habitual.
Tal y como nos tiene acostumbrados en los últimos tiempos, ha vuelto a recurrir a unos salones de tacón medio, mucho más cómodos pero sin perder un ápice de elegancia. Un modelo destalonado en color negro que llevaba a juego con su bolso de mano de Hugo Boss. Respecto a las joyas, ha sorprendido que haya rescatado para esta ocasión las perlas australianas que posee desde el nacimiento de la princesa Leonor, un juego de pendientes desmontables de gran valor económico a los que recurre en infinidad de ocasiones.
Volveremos a ver a doña Letizia este miércoles en el tradicional almuerzo que han organizado en el Palacio Real en homenaje al escritor Luis Mateo Díez. Finalmente, los reyes darán por concluida su semana de trabajo en el Comité Olímpico español con motivo de la celebración del acto conmemorativo de la participación del equipo español en los Juegos Olímpicos de Barcelona y Albertville 92', en el que se homenajeará a los deportistas que formaban la delegación española.
Después, no será de extrañar ver a doña Letizia pasear como una viandante más por la Feria del libro de Madrid, un plan al que recurre cada año y con el que confirma su pasión por la lectura.