Juan Gómez-Acebo falleció en Palma de Mallorca. Era el destino en el que había pasado su infancia y algunos de los mejores momentos de su vida. Quiso que fuese así. El hijo de la desaparecida infanta Pilar llevaba meses con la enfermedad. No se encontraba de vacaciones o visitando a sus hermanos. Juan viajó desde Estados Unidos, su lugar de residencia, cuando murió su hermano Fernando unos meses antes. Ya no volvió a regresar a Miami.
El hijo de la infanta Pilar recibió el diagnóstico del cáncer que padecía casi en el mismo momento que fallecía su hermano. Así lo narra la revista ‘Hola’. Gómez-Acebo llevaba meses encontrándose delicado, con dolores de cabeza que había ido a tratarse a Estados Unidos. No obstante, no habían llegado a un diagnóstico todavía. Fue cuando ya se encontraba en España cuando la noticia llegó. Quedaban pocos meses de vida para el primo del rey Felipe.
“Juan aceptó con valentía la enfermedad”, explican su círculo cercano. “No dramas, no hablar de ello”. El hijo de la infanta Pilar optó por continuar en España junto a sus tres hermanos. Ya no volvió a Estados Unidos, lugar donde vivía desde hacía años y donde había rehecho su vida junto la que era su pareja y a su hijo, fruto de su primer matrimonio.
La decisión que le obligaron a tomar
Refleja el citado medio que Juan Gómez-Acebo parecía cáncer con metástasis en cuatro órganos principales. El diagnóstico fue muy duro para el hijo de la infanta Pilar y para su familia. Su hermano Fernando había fallecido repentinamente y todos se encontraban destrozados. Era un duro revés que iba a producirse solo cinco meses después. Simonieta, Bruno y Beltrán, sus hermanos, convencieron a Juan que debía ponerse en manos de los médicos y tratarse.
Finalmente, Juan recibió quimio y se enfrentó a la enfermedad hasta el final. Era este pasado mes de agosto cuando saltaba la noticia de su fallecimiento en Mallorca. Gómez-Acebo había querido quedarse en Madrid pero, con la llegada del verano, se trasladó a Palma de Mallorca. Alli, tal y como indica la revista ‘Hola’, alquiló una casa junto a la de su hermana y pasó los últimos días con su hijo Nicolás. El joven residía en Estados Unidos con su madre. De ahí que Juan Gómez-Acebo hubiese decidido permanecer en Miami.
Las últimas semanas del hijo de la infanta Pilar fueron felices. Estuvo en el lugar donde había pasado algunos de los mejores momentos, arropado por su familia y junto a su hijo. Juan Gómez-Acebo encontró en sus hermanos el mayor apoyo en esos complicados momentos. Era el hijo más desconocido de la infanta Pilar, el que siempre había querido mantenerse alejado de la fama y la popularidad.
El recuerdo de Teresa Verez, su última pareja
Sonriendo a la cámara y abrazados, así ha querido recordar Teresa Verez a Juan Gómez-Acebo. La arquitecta, también residente en Estados Unidos, era la pareja del hijo de la infanta Pilar en el momento de su fallecimiento. Su relación, discreta y alejada de polémicas y conflictos, se había mantenido casi en secreto. La primera vez que les pudimos ver juntos fue en el funeral de su hermano Fernando.
Ahora, Verez ha querido recordar a Juan Gómez-Acebo hace pocas horas. Una instantánea preciosa en la que se ve a la pareja y que ella acompaña con un corazón roto. No hay palabras que puedan expresar el dolor que siente en estos momentos tras la muerte del artista. Juntos vivían en Miami hasta que este decidió regresar a Madrid justo cuando se le diagnosticó su enfermedad.
El gran deseo de Juan Gómez-Acebo
El primo del rey no quería morir en el hospital. Gómez-Acebo ingresó por una neumonía pero quiso pedir el alta para regresar a su casa. Fue allí donde falleció, rodeado de su familia, los que no se habían separado de su lado desde que decidió instalarse en España. La muerte pilló por sorpresa a muchos de los que desconocían cómo se encontraba el hijo de la infanta Pilar. No así a sus seres queridos.
La reina Sofía fue la única de la Familia Real que acudió a consolar a sus sobrinos. El dolor de Simoneta Gómez-Acebo era tremendo. Habían tenido que despedir a dos hermanos en cosa de cinco meses. Un duro revés del que todavía no se han podido reponer. Los Gómez-Acebo quisieron dar la oportunidad a todos los que le conocían de despedirse de Juan y pensaron que Madrid sería un lugar mucho más idóneo.
La familia decidió que sería en septiembre cuando se despediría a Juan Gómez-Acebo. En Madrid y junto a todos los miembros de los Borbón. Luego sus restos mortales descansarían en el nicho familiar junto a sus padres y su hermano Fernando. Simoneta, Bruno y Beltrán recibían las condolencias de los presentes. Quedan solo tres de los cinco hijos que tuvo la infanta Pilar.
El rey Juan Carlos viajaba desde Abu Dabi para asistir al sepelio, algo que no pudo hacer cuando fue Fernando quien falleció. La premura hizo que el emérito tuviese que quedarse en Emiratos y no pudiese acompañar a su familia en el peor de los trances.
El recuerdo de los hermanos Gómez-Acebo
Desde entonces, la vida de los hermanos Gómez-Acebo ha intentado retomar la tranquilidad. El cariño con el que siempre han recibido a las infantas Elena y Cristina y al rey Felipe sigue intacto. También parece que ha habido un acercamiento a la reina Letizia, cuya relación es mucho más distante y fría. En el último adiós a Juan Gómez-Acebo, la reina se mostraba especialmente comprensiva con Simoneta, que ahora ejerce de cabeza de familia.
El entendimiento entre la familia de la infanta Pilar y la del rey Juan Carlos siempre ha sido muy cercano. Las infantas Elena y Cristina se han criado casi como hermanas de sus primos. Fueron las primeras en acudir cuando supieron del fallecimiento de Fernando a principios de año. Con Juan las cosas fueron algo más complicadas al tratarse de un mes muy propio para viajes y vacaciones.
Ahora, llegan tiempos algo más tranquilos para la familia. Los hermanos hacen piña y se centran en continuar con la memoria de Fernando y Juan. Este último, artista de reconocido prestigio, había expuesto en diversas muestras tanto en España como en el extranjero. Es el momento de seguir con su legado.