Un día más, la Familia Real de Noruega vuelve a posicionarse en el ojo del huracán. La lista de polémicas que ha ido encadenando no parece que tenga final, sobre todo con respecto al hijo de la princesa de Noruega, Marius Borg Høiby. El joven, de 27 años, ha sido detenido en más de una ocasión y se le imputan varios cargos muy graves, entre ellos, un delito por supuesta violencia de género.
Mientras la prensa del país condena por completo la actitud del joven, Mette-Marit ha sido captada por los fotógrafos junto a su hijo en lo que parece una tarde de compras. Con una actitud de lo más tranquila, madre e hijo disfrutaron de “un rato agradable” en unos grandes almacenes, totalmente ajenos a los titulares que el nombre de Marius Borg sigue acaparando.
La última pillada de Mette-Marit junto a su hijo
Este último plan familiar ha vuelto a despertar la feroz crítica de la ciudadanía. Como decíamos, la prensa noruega no duda en cargar contra ellos, especialmente por la actitud relajada que mostraban ambos. Así lo destacaban desde la revista 'Se Og Hør': “Estas imágenes que se publican muestran que el tono entre la princesa heredera y su hijo sigue siendo jovial. Sonrieron y se rieron durante la jornada de compras. Aparentemente, pasaron un rato muy agradable. Parecían no verse afectados en absoluto por la tormenta mediática”, aseguran.
Lo cierto es que la actitud de Mette-Marit ha sido la misma durante todo este tiempo en el que su hijo ha estado en boca de todos: la princesa ha optado por guardar silencio mientras su hijo acumulaba detenciones y denuncias. Medios del país como el que hemos mencionado no dudan en cargar contra la postura de la heredera.
Los arrestos de Marius Borg Høiby
El historial del hijo de Mette-Marit dista mucho de lo que se espera de un miembro de la realeza. Su primer arresto fue tras agredir físicamente a su exnovia. Fue acusado de un delito de violencia de género, y aunque lo admitió, reconoció que había sido debido a sus problemas de salud mental junto a las adiciones a las sustancias.
A pesar de la gravedad de lo ocurrido, y de que la noticia logró un enorme revuelo en el país, la princesa prefirió correr un tupido velo y no pronunciarse. Cuando fue preguntada por los periodistas sobre lo ocurrido, Mette-Marit, que se encontraba de gira oficial junto a Haakon, pasó de puntillas e incluso pidió a los medios que no le preguntaran al respecto. “Por respeto a todos los implicados, incluido Marius, no quiero decir nada más sobre ese asunto. Les pido su compresión al respecto, por el momento”, fueron sus palabras.
El segundo arresto se produjo tras saltarse la orden de alejamiento que le había impuesto precisamente su exnovia. Dentro de todo este clima de titulares controvertidos, detenciones y delitos, la opinión pública asegura que hay un cierto “favoritismo” con respecto al trato que está recibiendo, y que, desde luego, nada tiene que ver con el que recibiría cualquier otro ciudadano.
Los comprometedores audios de Marius Borg Høiby
Por si el clima de crispación que existe en torno a la figura de Marius no fuese lo suficientemente grande, los audios filtrados que han visto la luz vienen directos a desatar más polémica. En ellos, se escucha al hijo de Mette-Marit hablar sobre un supuesto acuerdo que existiría entre la Casa Real de Noruega y los medios de comunicación. Se trataría de una especie de pacto no escrito mediante el cual, la prensa noruega no debe publicar nada que dañe la imagen del joven. “No se les permite escribir sobre esto (el tema de las drogas). Es un acuerdo. No hay nada sobre lo que pensar, no estoy preocupado por eso", se le escucha decir a Marius en estos audios.
Pero esto no se queda solo aquí, en estas grabaciones, Marius llega a afirmar que no tiene pensado cambiar de actitud, y que su círculo de amistades está formado por personas con pasados conflictivos. “Así son las cosas. Mis padres lo saben, mis amigos también, no puedo hacer nada al respecto”, desliza en los audios.
Parece que, en cierta manera, Marius Borg Høiby se ha convertido en una figura intocable. Sobre esto mismo, Erik Stephansen, editor de 'Nettavisen', criticaba en unas de sus recientes columnas lo laxos que habían sido los medios de comunicación con él, y cómo esto habría sido uno de los desencadenantes de la situación actual. “Puede que hayamos sido demasiado amables. Me pregunto si le hemos hecho algún favor. Si le hemos permitido creer que sus acciones no tienen consecuencias, y ahora parece una figura intocable”, explicaba el periodista. La reputación de la monarquía está en juego, las críticas están lejos de acallarse, y el hijo de Mette-Marit no tiene ninguna intención de cambiar las cosas.