Los trabajadores de Buckingham destapan la peor manía privada del príncipe Andrés: su obsesión con los peluches de su cama

El príncipe Andrés de York (65 años) está hoy de cumpleaños. En un día así, al hermano del rey Carlos le resulta inevitable que su nombre vea a la luz. Y como es habitual, lo hace por algunas cuestiones desagradables. Cada 19 de febrero se convierte en la mejor excusa para recordar sus polémicas y cómo trae de cabeza a los miembros de su familia. En especial a sus hijas Eugenia y Beatriz de York. Pero este año hay que sumar algo más.

El cumpleaños del príncipe Andrés coincide con al publicación del libro 'Yes, Ma'am: The Secret Life of Royal Servants' (que traducido significa ‘Sí, señora. La vida secreta de los sirvientes reales’). Este es un libro obra de Tom Quinn que se basa en entrevistas a personas que en algún momento de sus vidas trabajaron en Buckingham Palace. Pues bien, uno de los episodios más incómodos está dedicado al exmarido de Sarah Ferguson.

Las confesiones de trabajadores de Buckingham sobre el príncipe Andrés

Una de las cuestiones que destaca el libro después de hablar con personas que convivieron muy cerca de él, es esa condición de segundón que siempre le ha perseguido. “Andrés siempre se comportó como si estuviera frustrado por no ser el primogénito y, por lo tanto, destinado a convertirse en rey. Esta frustración lo convirtió en un poco abusivo en privado", es una de las afirmaciones que se puede leer en esta obra con la que el duque de York aumenta las ocasiones en las que ha estado en el punto de mira.

De lo que también han hablado los trabajadores de Buckingham Palace, ha sido de las manías del príncipe Andrés. Unas obsesiones entre las que, tal y como ha recogido el portal Vanitatis después de tener acceso a la obra, han destacado que el duque de York tenía una cama con unos 60 peluches y que las encargadas de la limpieza recibían fotos de la posición que debían tener los osos para que siempre lucieran igual.

Y no se han quedado ahí. A estas neuras han añadido que el hijo de la reina Isabel también lanzaba pelotas de tenis contra las paredes y que con esos lanzamientos incluso llegaba a romper objetos de alto valor.

A las manías, hay que sumar la percepción que tenían de él las personas a las que les tocaba trabajar en hacer su día a día lo más fácil posible. “Mandón”, “matón escolar”  o “imperioso” han sido algunos de los calificativos que quienes han trabajado en la residencia oficial de los Windsor han dedicado al hermano díscolo del rey Carlos de Inglaterra.

Las últimas polémicas protagonizadas por el príncipe Andrés

Aunque estos testimonios corresponden a episodios vividos hace tiempo, el príncipe Andrés no habría cambiado demasiado a la hora de mostrarse comprensivo, amable o  a la hora de no protagonizar escándalos. Al contrario. Su vinculación con el caso Epstein, su amistad con un espía chino que querría saber más de la cuenta sobre Buckingham, su ausencia en eventos familiares, su relación con Sarah Ferguson… Estas son solo algunas de las noticias por las que está en el foco mediático.

Pero la más incómoda, la de la desesperación que sentirían sus hijas Beatriz y Eugenia de York con él. Hace unas semanas, el experto real Arthur Edwards habló para el medio británico ‘The Sun’. Utilizó la palabra “desesperadas” para contar la forma en la que las hijas de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés llevan la situación con su padre, con el que tienen buena relación pero una relación que no está exenta de preocupaciones.

Unos quebraderos de cabeza que también tendría el rey Carlos. Aunque el príncipe Andrés lleva años despojado de sus funciones reales, sus polémicas afectan a la imagen de la Corona. Para Carlos de Inglaterra no sería agradable que el duque de York protagonice titulares polémicos. Además, hace unos meses salió a luz la posible tradición de Andrés con un espía chino.

Desde el medio ‘The Mirror’ aseguraron hace unos meses que el duque de York tendría amistad con un espía chino que sería toda una amenaza para las altas esferas. En ese momento, salió a la luz que el rey Carlos estaría “realmente exasperado y muy furioso” con su hermano.

De hecho, esto vio la luz pocas semanas antes de Navidad. Una fecha en la que el duque de York se convirtió en uno de los grandes ausentes de la reunión familiar. El rey Carlos organizó una reunión navideña con muchos miembros de su familia para así terminar unidos un año marcado por su cáncer. Pero no quiso saber nada de su hermano.

En cuanto a hoy, se desconoce cómo celebrará el duque de York su cumpleaños. Por el momento, nadie de su familia ha hecho referencia a esta fecha tan señalada para él. Ni siquiera sus hijas Beatriz y Eugenia de York han compartido publicaciones de felicitación para su padre.