La princesa Leonor (18 años) ha vivido una jornada muy especial en Zaragoza. La princesa de Asturias ha recibido tres reconocimientos que siempre le recordarán su etapa en la Academia General Militar de Zaragoza. Al igual que ocurrió con su padre en su día, a la heredera le han condecorado con la Medalla de Aragón, la Medalla de las Cortes de Aragón y el título de Hija Adoptiva de Zaragoza. Esto le ha llevado a estar en el Palacio de la Aljafería, el ayuntamiento de Zaragoza y la Seo del Salvador. Tres lugares en los que todas las miradas han estado puestas en ella, más si cabe teniendo en cuenta que sus padres los reyes Felipe y Letizia no han estado allí.
Los reyes Felipe y Letizia han decidido que su hija la princesa Leonor lleve a cabo este acto en solitario. Normalmente, le acompañan en estas jornadas tan especiales en las que se convierten en su mejor apoyo. Pero esta vez, le han apoyado desde la distancia. Esto ha hecho que todo el mundo estuviera más pendiente de la princesa Leonor y de cada uno de sus gestos, que son los que han delatado cómo ha vivido estos momentos en los que han estado presentes tanto los nervios como el aplomo con el que ha demostrado su evolución en su camino hacia el trono.
Los gestos de nervios de la princesa Leonor en Zaragoza
Entre los gestos más destacados de la princesa Leonor, han estado los que ha hecho con sus manos. Si hay una parte del cuerpo delatadora, esa es esta, y en este caso no ha sido menos. A su llegada al primer evento, ha habido un momento en le que la princesa Leonor se ha llevado varias veces su mano a la zona de la barriga. Un gesto que ha delatado ese nerviosismo propio de un día tan señalado como este en el que ni sus padres ni su hermana han estado con ella. Lo mismo ha sucedido en el momento de la entrega de la primera medalla, cuando no ha sabido si aplaudir o dejar sus manos quietas.
También ha habido muchas sonrisas. Sabiendo de lo especiales que son estos reconocimientos, la princesa Leonor los ha agradecido de forma continua con este gesto que no ha dejado de hacer durante todo el recorrido que ha hecho en la mañana de hoy. Además, varias veces se ha llevado la mano al pecho y ha pronunciado la palabra “gracias” para dejar claro ese agradecimiento que hoy ha querido poner de manifiesto en repetidas ocasiones.
El gesto de aplomo de la princesa Leonor
Además, la princesa Leonor ha estado muy avispada en cuanto a lo que tocaba hacer en cada momento. Cuando le han impuesto la primera medalla, ha sido ella la que ha sacado la mano para dársela a la persona que le ha hecho entrega del reconocimiento, que en un primer momento se había puesto a aplaudir. Una muestra de lo bien que se ha aprendido la princesa de Asturias el protocolo propio de un día tan señalado.
Un aplomo que también ha manifestado en su respuesta a los ciudadanos que se han acercado a verla en el exterior de los diferentes escenarios. La princesa de Asturias ha recibido vítores y aplausos y no ha dudado en contestar con una mirada hacia ellos, con sonrisas y con esos gestos de agradecimiento que tiene bien aprendidos.
Además, no ha dudado en hacerse algunos selfies y en dar la mano a quienes ansiaban tener este gesto de cercanía con la princesa de Asturias.
El guiño de la princesa Leonor al rey Felipe a través de su look
Otro de los gestos que ha hecho la princesa Leonor y que ha llamado la atención, ha llegado a través de su look. Aunque bien podría haber lucido otro tipo de atuendo, la princesa de Asturias ha optado por uno de sus uniformes militares. Una decisión que no es casualidad. La heredera habría hecho un guiño a su padre Felipe VI con este atuendo. Es similar al que él llevó hace 38 años en una jornada como la de hoy, y de esta forma la heredera habría querido tener a su mejor maestro muy presente pese a la distancia física que hoy han mantenido.
El guiño de la princesa Leonor a la reina Letizia a través de su firma
También ha habido algo que ha recordado a la reina Letizia. Se trata de la firma de la princesa Leonor. Esto es algo que ocurrirá cada vez que la princesa de Asturias tenga que dejar su autógrafo en algún lugar. La razón por la que resulta inevitable que su madre se venga a la mente al ver la firma de la joven, es que hace la letra L exactamente igual que la Reina. Las dos comparten inicial y ambas la escriben de la misma forma en su firma.