Toda la verdad sobre el regreso de la princesa Magdalena de Suecia y lo que supone para sus padres

En todas las casas (reales) cuecen habas… y en la de Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, a calderadas. Los propios reyes estuvieron en el centro de la polémica por el pasado nazi del padre de la monarca y las continuas infidelidades del descendiente del mariscal del imperio napoleónico Jean-Baptiste Bernadotte. También han dado que hablar sus hijos, empezando por el príncipe Carlos Felipe, que dio un disgusto a muchos de sus paisanos cuando anunció que pensaba casarse con una joven exmodelo con experiencia como camarera, estríper y concursante de varios programas televisivos, y continuando por la princesa Victoria de Suecia, heredera de la corona, que eligió como esposo y padre de sus hijos a su entrenador personal.

Aunque el título de oveja negra de la familia podría otorgarse a la hija menor de los actuales reyes, Magdalena de Suecia, que en 2018, tras pasar una temporada en Londres, se instaló en Miami (Florida) junto a su esposo Christopher O´Neill, padre de sus tres retoños (Leonore, Nicolás y Adrienne), y estos días vuelve a ser la comidilla después de que se supiera que acaba de regresar "indefinidamente" a su ciudad natal, Estocolmo, donde muchos se preguntan cuál será su papel a partir de ahora.

Nacida hace 42 años, la princesa se licenció en Historia del Arte, Etnología e Historia Moderna en la Universidad de Estocolmo. De jovencita estuvo muy enamorada del abogado Jonas Bergstrom, con el que empezó a salir en 2002. El rey Carlos Gustavo llegó a dar su visto bueno a esta relación, pero una supuesta infidelidad de Jonas con una joven noruega malogró los planes de boda de la pareja. Tuvieron que pasar varios años para que Magdalena le diera otra oportunidad al amor, esta vez, con O´Neill, un financiero con doble nacionalidad, británica y estadounidense, del que quedó prendada en una cena con amigos comunes.

Un matrimonio cuestionado

Se casaron en la capilla del Palacio Real de Estocolmo en junio de 2013, justo después de que O´Neill renunciara al título de príncipe para poder seguir haciendo negocios. También desde el minuto uno comenzaron a circular rumores de que el matrimonio estaba en crisis y que el empresario escondía sus millones en paraísos fiscales.

“Magdalena es la mujer de mi vida, pero estar casado con una princesa implica una serie de retos. Ha complicado mi vida, desde luego, porque no deseo convertirme en nadie famoso. Algo que, por otra parte, no sería beneficioso en mi profesión. Pero estoy loco por ella", confesó una vez el susodicho, que también tuvo que dar explicaciones por la participación de su esposa en alguna de sus empresas.

Magdalena, por su parte, solía recibir críticas por la pereza que mostraba a la hora de participar en las tareas reales, cuya asignación crecía todos los años. Y la cosa se puso aún más fea en 2019, cuando estuvo a punto de abrirse una investigación sobre qué miembros de la familia real recibían el dinero y cuánto era. "El soberano se adelantó, y ahora los fondos estatales son solo para los reyes", señaló la experta en temas relacionados con la realeza Jenny Alexandersson.

Posible implicación en actos oficiales 

Asimismo, Carlos Gustavo decidió excluir de la Casa del Rey a varios de sus nietos, concretamente a los hijos de los príncipes Carlos Felipe y Magdalena, quienes valoraron de forma positiva este movimiento. "Esta decisión ha sido meditada desde hace mucho tiempo. Chris y yo pensamos que es bueno que nuestros hijos tengan ahora una mayor oportunidad de dar forma a sus propias vidas como individuos en el futuro”, expresó la princesa, que se instaló en Florida ilusionada, en busca de tranquilidad pero, según algunas fuentes, acabó "harta de estar sentada en casa todo el día en su mansión y tener poco contacto con la gente".

Sobre el nuevo papel de Magdalena, la Casa Real sueca ha adelantado que la princesa seguirá ejerciendo como vicepresidenta de Childhood, fundación creada por su madre. Lo que no queda del todo claro es con qué frecuencia participará en los actos oficiales más relevantes, aunque hace unos días ya se dejó ver presidiendo la apertura del parlamento, y seguro que estará dispuesta a echar una mano a la Familia Real, que ha quedado algo mermada después de que Victoria retomara su formación militar en la Academia Superior de Defensa Nacional y la esposa de Carlos Felipe, la princesa Sofia, anunciara que se encuentra embarazada de su cuarto hijo.