Ha pasado casi un mes desde que Margarita de Dinamarca tomaba una drástica decisión que caía como una auténtica bomba dentro de la familia real del país. En concreto, la soberana comunicaba públicamente el pasado miércoles 28 de septiembre que, a partir del 1 de enero, los cuatro hijos del príncipe Joaquín dejarán de ser príncipes y tan solo podrán utilizar sus títulos de conde o condesa de Monpezat. Una decisión que, más allá de generar una gran polémica y peleas familiares, también ha servido de precedente para otras monarquías europeas, en donde podría ocurrir lo mismo.
En concreto, la princesa Marta Luisa de Noruega también podría perder este tratamiento en medio de esta corriente que impera dentro de las monarquías de reducir al máximo sus miembros. De hecho, los daneses lo tienen claro, tal y como muestra un reciente sondeo que concluye que el 51 % de los encuestados creen que la princesa debería dejar de tener representación real y renunciar a su título de princesa, según ha publicado ‘El Español’.
Un sondeo que llega después de que la princesa se comprometiera con el chamán Durek Verret, con quien se casará el próximo año. Desde que comenzaron su relación, la pareja ha protagonizado diversas polémicas que no han pasado desapercibidas en el país debido a su forma de vida. Algo sobre lo que también se ha pronunciado Haakon de Noruega en una reciente aparición en la televisión noruega.
“Este es un tema que me resulta difícil. Por un lado, mi hermana se comprometió y conocí a Durek Verret y creo que es agradable estar con él. Me gustaría que se sintiera bienvenido en nuestra familia. Al mismo tiempo, me siento responsable de la institución”, aseguraba en televisión, donde también abrió la puerta a la posible salida de su hermana de la institución: “Estamos tratando de encontrar un buen camino a seguir, teniendo en cuenta al mismo tiempo los sentimientos y los diferentes aspectos”.
Cabe recordar que Marta Luisa de Noruega ya renunció voluntariamente a su título de alteza real y que, de hecho, tan solo utiliza el término princesa cuando cumple con deberes institucionales, algo que ocurre con poca asiduidad, lo que hace presagiar que de producirse este cambio, no sería ningún drama para ella. Además, sus hijas no son princesas ni cuentan con ningún título mobiliario y todas intentan llevar una vida lo más normal posible.