La tajante determinación de la Escuela Naval de Marín por la llegada de la princesa Leonor

La llegada de la princesa Leonor a la Escuela Naval de Marín ha provocado una importante determinación en el centro

Adrián López
Adrián López

Redactor digital de Lecturas

Leonor
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Queda poco más de una semana para que Leonor (18 años) llegue a la Escuela Naval de Marín (Pontevedra). A falta de saber si lo hará sola o acompañada de Felipe VI y Letizia, está previsto que la princesa reaparezca el próximo 29 de agosto para comenzar su nueva formación después de un verano de lo más atípico. La futura reina de España ha tenido numerosos compromisos reales y casi no ha podido descansar y tener vacaciones. Y es que sin duda la primogénita de la Familia Real ha dado un paso muy grande en un camino hacia el trono. 

Lo cierto es que Leonor llega a su nuevo centro educativo días más tarde que sus compañeros. El pasado martes 19 ñas instalaciones recibieron a más de cien de sus alumnos (93 sin titulación y 53 con una previa entre los que hay 17 mujeres y varios aspirantes extranjeros) que inician su formación militar. Una cita en la que acompañados por sus familiares fueron llamados uno a uno por sus respectivos mandos en la puerta Carlos I de la Armada. 

A pesar de que la hija de los Reyes todavía no ha llegado, la Escuela Naval de Marín ya ha tomado una determinación que afecta a todos los alumnos, algo que quizá no guste a muchos. Según ha contado 'Monarquía Confidencial', la dirección del centro quiere tener un control mucho más exhaustivo de una medida que ya existe: el uso del teléfono móvil. 

Las normas internas del centro ya prohíben el uso de estos terminales durante la instrucción o cuando realizan servicio de armas, pero lo cierto es que algunos militares y alumnos de academias lo llevan en actividades de instrucción o en ejercicios de campo y hacen fotos y vídeos que después comparten a través de sus redes sociales, lo que a veces causa alguno que otro problema. De hecho, el citado medio revela que el Ministerio de Defensa, el Ejército y la Armada lleva años intentando "poner freno" a la difusión de este tipo de imágenes. 

Es por ello que la llegada de Leonor es la excusa perfecta para aumentar la seguridad. Se intentará limitar el uso del teléfono lo máximo posible para no solo que no se muestren los entresijos de la Armada sino para que tampoco se filtren fotos de la princesa mientras hace su formación. 

Felipe y Leonor
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Lo cierto es que este no ha sido el único cambio que ha hecho el centro con la llegada de Leonor, ya que desde la Armada se contrató una empresa de restauración para que los alumnos estuvieran algo más cómodos. Tal y como el mismo medio reveló hace unas semanas, los guardamarinas se servirán los alimentos en el desayuno y la cena como hasta ahora, mientras que en la comida habrá un servicio de restauración.

Pero no solo eso, la Escuela Naval de Marín se ha renovado. Los nuevos alumnos podrán disfrutar de mesas y sillas más modernas en el comedor. Una renovación que sin duda llama la atención de muchos porque durante años han permanecido intactas. Y es que la llegada de la hija de los Reyes ha tenido mucho que ver, aunque el centro lo justifica asegurando que los medios materiales y humanos son "insuficientes" para proceder al "reparto de las raciones" para un total de 500 alumnos. 

Las condiciones de Leonor en la Escuela Naval de Marín 

A su llegada, Leonor deberá compartir habitación con otras cuatro chicas del centro, quien suponemos se convertirán en sus mayores confidentes durante los próximos meses hasta que el próximo enero se embarque en el crucero de instrucción del Juan Sebastián de Elcano.

Pero hasta entonces la Princesa de Asturias deberá centrarse en todos los conocimientos náuticos, tácticos y técnicos que le enseñen en la Escuela Naval, donde aprenderá a utilizar simuladores de navegación, realizará ejercicio de tiro con armas, se sacará el 'open water' de buceo y practicará los primeros auxilios por si en algún momento debe ayudar a un compañero que tenga un problema.