Kate Middleton (41 años) se convertía en la protagonista de la jornada en el Día de la Commontwealth gracias a su look. La princesa de Gales eclipsó a todos los invitados a su llegada a la Abadía de Westminster con un sofisticado dos piezas en color azul marino que es inspiración para las invitadas gracias a su favorecedor cuerpo de peplum y la falda de largo midi con vuelo.
En el servicio religioso, los príncipes de Gales se unieron a los reyes Carlos y Camilla, así como los recién estrenados duques de Edimburgo, Eduardo y Sophie, y la princesa Ana. Después, todos los miembros se trasladaron hasta el Palacio de Buckingham donde tuvo lugar la tradicional recepción, pero para sorpresa de todos Kate Middleton desapareció.
El motivo que llevó a la princesa de Gales a ausentarse del acto final del día es contradictorio. Mientras que desde el 'Daily Mail' aseguran que el nombre de Kate nunca estuvo en la programación de la recepción justificado por el cuidado de sus tres hijos, otros afirman que la joven "se borró" en el último momento por una decisión estrictamente personal o incluso fantasean con la idea de que Kate pueda estar embarazada de nuevo y se marchó al encontrarse indispuesta.
Sea como fuere, la ausencia de Kate ha sido motivo de infinidad de críticas, y es que su marcha en un acto de tanta relevancia como el del Día de la Commontwealth no ha gustado nada.
El rey Carlos III homenajea a Isabel II
Este lunes, Carlos III ha presidido por primera vez como Rey de Inglaterra el día de la Commonwealth, una ocasión muy especial en la que ha homenajeado a Isabel II a través de su discurso. A ella le ha dedicado unas palabras cargadas de afecto y orgullo: "Saco gran fuerza de su ejemplo, junto a todo lo que he aprendido de la extraordinaria gente a la que he conocido a lo largo de los años. Ha sido un constante en mi vida y su diversidad sigue sorprendiéndome e inspirándome".
A su discurso se ha sumado el guiño de Camilla con su suegra. La reina coronaba su outfit con un broche redondo que perteneció a la Reina y ahora forma parte del joyero de la mujer de Carlos III. Se trata de una pieza muy valiosa con un impresionante zafiro central rodeado por una hilera de diamantes que Isabel llevó en infinidad de ocasiones.