La singular coincidencia de la princesa Leonor y su abuela, la reina Sofía
Como ha señalado Pilar Eyre en Lecturas, la reina Sofía no ha hecho el gesto de reencontrarse con su nieta durante sus días de vacaciones, a pesar de que tienen una faceta que las acerca y que daría para largas conversaciones
Actualizado a 3 de mayo de 2022, 09:18
Las recientes vacaciones de la princesa Leonor antes de regresar a Gales han dejado un impactante titular, a pesar del secretismo en el que han estado envueltas: está enamorada. Sobre su tierno amor adolescente daba todos los detalles Pilar Eyre en las páginas de Lecturas.Un chico mayor que ella, también de un curso superior que ha disfrutado de unos días en familia. Si bien ha sido este un aspecto fundamental de su regreso después de seis meses fuera, nuestra bloguera también encuentra relevante "lo que no ha hecho" la hija de Felipe y Letizia, como ese reencuentro que no ha tenido lugar con su abuela, la reina Sofía, y con la que guarda un nexo de unión más allá de lo familiar que, casualmente, podría favorecer sus lazos.
"No parece", apunta Pilar Eyre en nuestras páginas, "que [Leonor] haya estado con su abuela, la emérita, que tampoco ha acortado su estancia en Mallorca para verla".
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Más lejos que nunca
Tampoco parece que doña Sofía la haya ido a visitar al internado, a pesar de sus viajes frecuentes a Alemania, Grecia y, por supuesto, Inglaterra. Y es que, como alguna vez ha contado la popular escritora, Londres es una de sus ciudades favoritas para abandonarse a una de sus aficiones preferidas, ir de compras, y solo está a tres horas de distancia del UWC Atlantic College donde estudia su nieta.
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Punto de encuentro
Precisamente la vida académica se ha convertido en un punto de encuentro entre abuela y nieta, y es que la reina Sofía también estudió en un internado, "el Kurt Hahn de Salem, que dirigía un tío suyo", situado junto al Lago de Constanza en Alemania, y que era "de la misma línea pedagógica del Atlantic".
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La curiosidad de Leonor
Según Eyre, por esta razón, "Sofía debería sentir curiosidad por saber cómo se desenvuelve su nieta". La reina emérita estuvo interna cuatro años y, como ella misma contó en una ocasión, "a pesar de que iba a una clase de edad inferior, le costaba seguir los estudios, “Solo era buena en Griego”, confesó. Deportista torpe, con poca predisposición a madrugar, recuerda la ortodoncia que le puso en dentista del pueblo "como lo más positivo de esos cuatro años".
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Un camino similar
No solo la cuestión meramente académica es lo que une a abuela y nieta, y es que el Kurt Hahn fue también el escenario de los primeros amores de una adolescente Sofía de Grecia, aunque había división física entre chicos y chicas.
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Amor de juventud
"Claro que sí, alguna cosa pasó... Los típicos enamoramientos con algún compañero, las cartitas, nos intercambiamos fotos...", llegaba a confesar la reina emérita al respecto, "¡aunque yo de quien estaba enamorada de verdad era de James Dean!”, desviaba al final con este 'crush' platónico de juventud.
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