Este fin de semana ha tenido lugar una exclusiva fiesta donde se han dado cita numerosas personalidades de Hollywood. Y Sarah Ferguson. Aunque hace años que dejó de pertenecer de forma oficial a la familia real británica, la ex mujer del príncipe Andrés sigue siendo una de las mujeres que de alguna forma pertenecen a la realeza que mejor se codean.
El evento en cuestión lo ha organizado en Capri el magnate Lawrence Stroll por su sesenta cumpleaños y ha estado ambientado en la historia del Gran Gatsby. Los invitados han lucido acorde a la época en la que está ambientada la exitosa película, los años 20. Sarah Ferguson ha sido una de las más elegantes.
La madre de Eugenia y Beatriz de York ha elegido para la ocasión un vestido flapper en color negro. Si algo simboliza el estilo flapper es a la mujer moderna, rebelde, rompedora, que en una época decidió romper con lo establecido para dar paso a la feminidad y la sensualidad a través de su vestuario.
El vestido de Sarah Ferguson ha destacado por sus flecos, muy propios de la bailarina de charlestón. La duquesa de York ha completado el look con una cinta en el pelo muy propia de aquella época y con una boquilla que por entonces no faltaba entre las fumadoras.
Una vez más Sarah Ferguson ha demostrado que ningún estilo está reñido con la edad, todo lo contrario. A punto de cumplir sesenta años la duquesa de York destaca en todas sus apariciones por lucir arriesgada en los estilos, colores y complementos. Y siempre crea tendencia.
Esta vez Sarah ha acudido a la fiesta sin el príncipe Andrés. En sus últimas apariciones ha estado acompañada del que fuera su marido, avivando los rumores sobre una posible reconciliación.