Sale a la luz el motivo por el que Kate Middleton y Guillermo llegaron tarde a la coronación (y que tanto enfadó a Carlos III)

Por protocolo, Carlos y Camilla deberían haber sido los últimos en acceder a la Abadía de Westminster pero no fue así... Toda la verdad

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Guillermo y Kate Middleton
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A punto de cumplirse una semana del gran día, siguen saliendo a la luz informaciones sobre todo lo que ocurrió en la coronación de Carlos III y Camilla Parker. Todo estaba organizado al milímetro, los miembros de las diferentes casas reales llegaban a la Abadía de Westminster pasadas las 11.30 horas, e inmediatamente después era el turno de los príncipes de Gales con sus tres hijos.

Sin embargo, algo ocurrió. Carlos y Camilla llegaron al templo antes que Guillermo y Kate, lo que provocó un enorme enfado en el Rey de Inglaterra, quien tuvo que esperar unos minutos desde su carroza a que su hijo y su nuera llegaran. “Nunca podemos llegar a tiempo. Siempre pasa algo. Esto es aburrido”, se le escuchaba decir visiblemente molesto.

Carlos de Inglaterra

Carlos de Inglaterra se enfada por el retraso de los príncipes de Gales

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Kate Middleton y Guillermo se saltan el protocolo

Aunque tal y como marca el protocolo, Carlos y Camilla deberían haber sido los últimos en acceder a la Abadía de Westminster no fue así. Todo el mundo fue testigo de cómo los príncipes de Gales siguieron los pasos de los actuales reyes de Inglaterra, un cambio de última hora provocado por Charlotte y Louis. Como lo lees, tal y como ha confirmado Omid Scobie, autor de la biografía de Meghan Markle, Kate y Guillermo llegaron tarde por culpa de sus hijos. Aunque el escritor no ha querido entrar en detalles sobre qué fue lo que ocurrió en el palacio de Kensington, no es de extrañar que con dos niños pequeños la cosa se complicara.

Sea como fuere, esto provocó que Carlos III sacara a relucir su mal humor en uno de los momentos más especiales de su vida.

George, Charlotte y Louis, protagonistas de la coronación de Carlos III

En cada aparición pública, los tres hijos de Kate Middleton y el príncipe Guillermo acaparan buena parte del protagonismo y la entronización de su abuelo no iba a ser menos. Mientras que George (9 años) ocupó un papel protagonista como paje del Rey, sus hermanos pequeños hicieron las delicias de todos los presentes.

Kate Middleton y Guillermo

Los príncipes de Gales llegan tarde a la coronación de Carlos III

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Charlotte (8 años) parecía sacada de una auténtica película Disney con capa blanca y tocado, mientras que Louis (5 años) protagonizó los momentos más divertidos de la jornada al bostezar en plena ceremonia o con sus efusivos saludos desde el balcón del Palacio de Buckingham. Imágenes para la historia que ya forman parte del álbum más especial de la familia Windsor.

El príncipe Harry no salió despavorido de Londres

Una de las presencias más esperadas en la Abadía de Westminster era la del príncipe Harry. El hijo pequeño de Carlos de Inglaterra llegaba al templo entre la multitud acompañado por su prima Beatriz. A lo largo de las 2 horas que duró la ceremonia, el duque de Sussex permaneció en un segundo plano inmóvil en la cuarta fila, justo detrás de su tía Ana. Y con el final del culto, el duque de Sussex abandonaba el escenario sin cruzar ni una mirada ni con su padre ni mucho menos con su hermano.

 El domingo la prensa británica adelantó que Harry había abandonado a toda prisa Londres para poner rumbo a California donde se estaba celebrando el cumpleaños de su hijo Archie. Pero nada más lejos de la realidad… Tal y como ha trascendido, el marido de Meghan Markle permaneció en Reino Unido hasta el domingo. De hecho, estuvo en el Palacio de Buckingham mientras toda su familia protagonizaba el tradicional posado en el balcón. La grieta entre los Windsor es una realidad. “Mantiene muy buena relación con Eugenia y Jack, pero el contacto con el resto de su familia es escaso. A día de hoy siguen conmocionados por lo que ha dicho y hecho en los últimos tiempos", aseguraba una fuente cercana al príncipe a The Telegraph.

Finalmente, y sin necesidad alguna de despedirse de los suyos, Harry puso rumbo a Estados Unidos en la mañana del domingo mientras los príncipes de Gales se daban un baño de multitudes por las calles de la ciudad.