La reina Letizia (51 años) ha tenido que enfrentarse en esta última etapa de su vida a una situación realmente complicada para ella. Sus hijas Leonor y Sofía han abandonado el nido, es decir palacio, y han empezado una nueva etapa en sus vidas 'lejos' de sus padres. Esto ha sido un salto al vacío para los reyes Felipe y Letizia, pero muy especialmente para la Reina que es una madre volcada y siempre muy involucrada en la vida de sus hijas a todos los niveles. La psicóloga Lara Ferreiro nos contaba por el Día de la Madre que Letizia es "una madre helicóptero", que siempre está sobrevolando de cerca a sus hijas, tanto en sus estudios como en sus amistades, su alimentación, su forma de actuar... Ahora, vive lejos de sus hijas y la experta ha hecho una análisis de cómo se encontraría a nivel psicológico en este momento. También el Rey y es que, a pesar de la personalidad de Letizia, el síndrome del nido vacío es todo un reto a nivel pareja.
Hace ya casi tres años que la princesa Leonor abandonó Zarzuela para continuar con su formación académica. Primero en Gales, donde estudió los dos años de bachillerato, y desde el pasado mes de agosto en Zaragoza, donde ha comenzado su formación militar como futura jefa del Estado. A ello se sumaba que el pasado mes de septiembre, la infanta Sofía también se despedía de sus padres para comenzar sus estudios en el UWC Atlantic College de Gales (Reino Unido), mismo internado donde estudió su hermana Leonor.
Felipe VI, en un corrillo durante el acto de apertura del Año Judicial en el Tribunal Supremo, confesaba "la reina Letizia y yo estamos muy solos. Ahora nos aburrimos un poco". Lo hacía entre bromas pero la realidad es que el cambio de vida cuando los hijos se hacen mayores y abandonan el hogar familiar es muy fuerte y puede llegar a afectar seriamente al matrimonio.
"El Síndrome Nido Vacío le ocurre a muchos padres cuando los hijos abandonan la casa y va por fases. La primera fase es luna de miel, se van las niñas y ya hemos cumplido nuestra misión, es una fase de euforia e idealización. Piensas que ahora vas a tener una etapa para la pareja y para ti mismo. Luego está la fase crisis de pareja, en la que se tienen que mirar uno al otro y a veces dices ‘pero este señor o esta señora quién es, ¡no le puedo soportar!’, aquí hay padres que se divorcian porque ya no tienen cosas en común, como si su misión de vida ya la hubieran completado", empieza explicando Lara Ferreiro en su análisis exclusivo para Lecturas.com.
Pero el Síndrome del Nido Vacío no se queda ahí: "Si se supera esa crisis llega la fase 3 que es el duelo por las hijas, en la que se puede llorar y pasarlo mal, hay gente que redecora las habitaciones de los hijos o que las deja intactas... La fase 4 es la de negociación y reencuentro de pareja, en este periodo se establecen nuevas rutinas tras la tristeza profunda y el shock emocional, ya se han arreglado las diferencias y conflictos y la pareja empieza a viajar, a visitar amigos... La última fase, la 5, es la adaptación a la nueva vida que es la felicidad por tus hijos que se hacen mayores y sacas un aprendizaje de todo".
"Cuando los hijos se van de casa para estudiar o trabajar, primero hay una luna de miel de 'qué bien podemos hacer ya todo juntos'. La sensación es de 'mira todo lo que hemos hecho' y de que la misión ha acabado porque las niñas ya son más mayores. Pero esto desemboca en una especie de crisis de pareja tras haber pasado ese duelo de las hijas, en el que hay que hacer una nueva negociación y una adaptación a una nueva vida. Este síndrome dura unos 9 meses y hasta un año. Los reyes Felipe y Letizia estarían en ese momento", asegura la psicóloga Lara Ferreiro.
El Síndrome del Nido Vacío puede ser un peligro real para la relación de pareja. "En esta última etapa hay muchos padres que se separan porque el abandono del hogar de sus hijas han completado su misión como padres", explica la experta. No obstante, los Reyes están en un inmejorable momento como pareja. Solo hay que ver los gestos que tienen en público a días de celebrar el 20 aniversario de su boda.
Los reyes Felipe y Letizia han superado todas las fases de este síndrome y esto tiene un por qué según los expertos. Más allá de la pena que se pueda sentir, es clave que se haga equipo y valore el trabajo hecho como padres, en común, mantenerse activos en sus vidas y con sus trabajos (en el caso de los Reyes es un no parar) y mantener un contacto fluido con los hijos, en el caso de los Reyes visitan a sus hijas cada vez que sus agendas se lo permiten. Todo esto hace que el Síndrome no repercuta en la salud de la pareja y que esta, al contrario, se fortalezca.
Otra clave es entender las fases del otro, si hay tristeza o sentimiento de soledad, si hay momentos de irritabilidad o ansiedad es muy importante no invalidar las emociones, aunque no se compartan o se esté en la misma fase. Además, hay que crear planes juntos y nuevas motivaciones para combatir ese desánimo y celebrar los éxitos como padres.
"El Instituto Nacional de Estadística afirma que siete de cada diez matrimonios se separan en esta etapa. No obstante, en la comunicación no verbal que les veo a ellos [Felipe y Letizia] hay mucho cariño. Se miran, se tocan... Creo que lo han pasado muy mal pero estarían en una base de mucha más profundidad", termina el análisis de la psicóloga Lara Ferreiro para Lecturas.com.