La conmoción ha sacudido con fuerza al país tras el paso de la devastadora DANA que ha arrollado a la Comunidad Valencia, así como Castilla -La Mancha, Murcia o algunas zonas de Andalucía. La tarde del martes, la ya definida como "la gota fría más adversa del siglo XXI" inundaba decenas de poblaciones de Levante. Las devastadoras consecuencias no se hicieron de esperar: 155 personas fallecidas, casas destrozadas, ciudadanos atrapados, vehículos destruidos y familias separadas. Una situación que ha paralizado a toda la nación y ha afectado profundamente a miles de personas. Entre ellas, los reyes Felipe VI (56 años) y Letizia (51).
En el momento en que se empezó a entrever la magnitud de la catástrofe, los monarcas no dudaron en lanzar un claro comunicado, mostrando su total apoyo a los afectados. Unas palabras que tuvieron que actualizar a las pocas horas al emitirse la primera cifra de fallecidos. "Desolados ante las últimas noticias sobre la DANA. Nuestro más sentido pésame a los familiares y allegados de los más de 50 fallecidos", escribían.
Desde entonces, los padres de la princesa Leonor (18 años) no han dejado de implicarse al 100% en las consecuencias de este desastre natural. Ayer por la mañana, el rey se reunía por videoconferencia con el Cuartel General de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en Torrejón, así como con los puestos avanzados en Valencia y Cuenca, para conocer de primera mano la situación en las zonas destruidos.
Es cierto que el rey no canceló sus compromisos (como sí le ocurrió a la reina Letizia), pero no ha dejado de mostrar su apoyo a las personas que han visto como su vida daba un giro radical. Y no solo eso. Los monarcas y la reina Sofía (85 años) han pasado a la acción poniendo al servicio de las comunidades afectadas miembros de su personal o realizando donaciones para reparar perdidas.
Felipe VI, con un nudo en la garganta, contiene apenas su emoción por las víctimas de la DANA
La última aparición del rey Felipe VI puede que haya sido la más emotiva de todas sus reacciones a las devastadoras consecuencias de la DANA. El marido de la reina Letizia ha acudido al I Encuentro de Ciudades Iberoamericanas, una de sus citas ya agendadas. Durante el evento, el padre de la infanta Sofía (17 años) ha querido dedicar parte de su discurso a las víctimas de esta catástrofe natural. Y ha sido entonces cuando se ha notado su emoción.
Después de 10 años en el trono y otros muchos oyéndole hablar, no ha pasado desapercibido que el tono del monarca era diferente al habitual. Cabizbajo y con un nudo en la garganta, Felipe ha leído su discurso con cierta dificultad, aclarándose la garganta de tanto en cuanto para evitar que se le quebrara la voz. Además, ha hecho varias pausas innecesarias, algo que no haría si no estuviera luchando por contener la emoción.
"Sé que esta intervención no estaba inicialmente prevista pero bueno, quería... aprovechar la oportunidad para volver a expresar nuestra desolación... consternación por el desastre en la DANA en tantos lugares de nuestro país. Transmitir las condolencias a los familiares de los fallecidos y mostrar nuestra solidaridad y cercanía tanto a ellos como a innumerables damnificados", ha comenzado a decir, con la voz tomada.
"Nos unimos todos a ese dolor compartido. Administraciones, instituciones, ciudadanos, sociedad civil y nuestros hermanos", ha seguido, abogando por la unión en momentos de crisis. "Cuentan con todo nuestro apoyo, ánimo y aliento y el de toda España en estos momentos tan difíciles", ha dicho, antes de terminar dando las gracias a los servicios de emergencia. Unas palabras con las que ha dejado claro su total implicación con los duros momentos que está pasando el país y que han coincidido con el cumpleaños de su primogénita, la princesa Leonor.