Quien mejor que la reina Sofía (84 años) para representar a la Casa Real en Grecia. La madre de Felipe VI viajaba este viernes hasta Creta con motivo de la inauguración de la exposición 'Picasso en Creta: La alegría de vivir' en el Museo de la Antigua Eleuterna. Espacio que ha recogido una gran cantidad de obras del artista español relacionadas con la mitología griega.
Acompañada por su hermana Irene de Grecia, quien ha sufrido un claro empeoramiento en su estado de salud, la reina Sofía paseó por el museo interesándose por la historia de algunas de las piezas.
Encantada cada vez que vuelve a su país, doña Sofía fue recibida con un enorme cariño por todos los allí presentes. Gestos a los que ella respondió con agrado. Los 30º que hacía en la isla griega llevaron a la emérita a sacar a relucir una de sus prendas favoritas del verano: el kimono.
Doña Sofía ha elevado un práctico total black compuesto por unos sencillos pantalones y camiseta básica con un kimono estampado que se ha convertido, sin lugar a dudas, en el gran protagonista de su estilismo. Se trata de una chaqueta fluida con mangas anchas con un bonito estampado de rombos en rojo y amarillo, que le daba un toque muy fresco y juvenil a la abuela de Leonor y Sofía. Una prenda ideal para el verano en mujeres +60.
Doña Sofía cerraba este look de inspiración boho tan versátil y cómodo con unas botas metalizadas que llevaba a juego con el bolso. Tampoco faltaban las decenas de collares y pulseras que siempre le acompañan.
Esa misma noche, ya sin la compañía de su hermana que se retiró para descansar, acudió al concierto del cantante Giorgos Dalaras que ponía el broche de oro a esta visita fugaz en la que seguro aprovechará para visitar a su cuñada, Ana María de Grecia.
La preocupante imagen de Irene de Grecia en silla de ruedas
Ya Lecturas advirtió en sus páginas hace unos meses que la salud de Irene de Grecia había sufrido un serio deterioro. Según pudo saber nuestra revista, la hermana de la reina Sofía sufre el conocido como ‘mal del olvido’. Una dolencia que afecta de manera inevitable a los recuerdos y lejos de aminorar va a más provocando que se le desdibujen los recuerdos de su vida y los rostros de sus seres queridos empiezan a volverse confusos. Una terrible enfermedad está marcando su día a día.
Aunque ya veníamos siendo conscientes del fuerte deterioro en la salud de la princesa Irene, su reciente viaje a Grecia lo ha confirmado. Aunque no ha querido dejar pasar la oportunidad de acompañar a la reina Sofía en su reciente visita a Creta, la tía de Felipe VI preocupaba a todos al aparecer a las puertas del museo en silla de ruedas. La movilidad de Irene es cada vez peor y para evitar un traspié cuya consecuencia pueda ser terrible, han tomado la determinación de que a partir de ahora se mueva en silla de ruedas.
Aunque doña Sofía no conducía la silla, no dejó de estar pendiente de su hermana en ningún momento. Irene es un apoyo incondicional para ella, su confidente, y verla apagarse poco a poco le produce un enorme dolor.