Letizia regresa al palacio de Marivent: el verdadero motivo por el que no le gusta veranear allí y sus planes

Como cada año por estas fechas, los periodistas pululan por los alrededores del palacio de Marivent, residencia de vacaciones de la Familia Real española en Mallorca desde 1973. Este palacete con vistas a la bahía de Palma, que la ya desaparecida Diputación Provincial de Baleares puso a disposición de los entonces príncipes Juan Carlos I y Sofía y su prole, ha sido testigo de muchos momentos de risas, comidas informales seguidas de largas tertulias y posados familiares en la explanada delantera del edificio. Pero también ha propiciado el inicio de alguna que otra situación desagradable. 

No hay que olvidar que la isla balear fue el lugar donde Juan Carlos empezó a intercambiar carantoñas con Marta Gayá, una 'socialité' mallorquina que a finales de los ochenta entró en contacto con el círculo de la jet set que el susodicho frecuentaba cada vez que se encontraba en su residencia estival. Por no hablar de aquel verano de 2013 en el que Letizia y Felipe atravesaron una crisis matrimonial y ella llegó a abandonar Palma varios días antes de lo previsto dejando en Marivent a su marido y a sus hijas.

Además, Letizia y la infanta Cristina tuvieron una pelea monumental en Marivent hace un par de años. Según contó en nuestra revista Pilar Eyre, la chispa saltó cuando Letizia bajó a cenar en mallas de gimnasia, Cristina se lo afeó y la reina le gritó que ella en su casa se vestía como le daba la gana: "Desde entonces no han vuelto a dirigirse la palabra. Tampoco Cristina ha apoyado, al menos de forma pública, a Letizia en estos momentos tan difíciles que está pasando. Y es que quizás ella tampoco se sintió apoyada ni por su hermano ni por su cuñada cuando su vida se hundió de una forma pública y estrepitosa".

Falta de intimidad

Ante tal percal, es normal que a Letizia se le abran las carnes pensando en que dentro de poco deberá volver a pasar unos días en Mallorca antes de poder partir hacia un lugar secreto para la prensa para disfrutar en la intimidad del extranjero. En una ocasión, la periodista Carmen Duerto se encontró con ella en los alrededores del palacio y le preguntó si seguiría sus vacaciones en Palma. Letizia le contestó que eso nunca se sabía y que si ella creía que lo suyo son vacaciones: "¿Acaso esto son vacaciones privadas? ¿Crees que esto (haciendo gestos señalándole una sala llena de gente pendiente de ella) son vacaciones? ¿Tienes tú la solución? Pues yo tampoco".

No está claro si Letizia tendrá que coincidir este año en la isla con sus cuñadas. Lo que es seguro es que ya no tendrá que fingir cordialidad con el rey Juan Carlos, quien desde 2020 reside en Abu Dabi y, de alguna forma, responsabiliza a su nuera del hecho de que él fuese apartado de la vida pública. En cambio sí se verá allí con la reina Sofía, de la que sus hijos están bastante pendientes desde que en el mes de abril fuese ingresada en la Clínica Ruber de Madrid a consecuencia de una infección del tracto urinario.

La emérita es la residente más fiel de Marivent y en los últimos tiempos se ha esforzado por intentar conseguir que sus tres hijos y ocho nietos compartan tiempo juntos en el palacio mallorquín —aunque no siempre ha tenido éxito—. "Para ella, acondicionar cada una de las estancias de Marivent, decoradas con las típicas telas mallorquinas de rayas difuminadas en varios colores y amuebladas de manera más rústica e informal que las habitaciones de la Zarzuela, es una tarea ilusionante y que lleva a cabo sin problema", apunta Duerto en su libro 'Letizia. Una mujer real'. "Esos días de vacaciones siempre le sirven para rememorar los veranos familiares que pasa con sus padres y hermanos en la isla de Corfú, en su tierra griega de origen".

Algunas costumbres

En realidad, hace ya varios años que los actuales reyes ofrecen pocos detalles sobre las actividades que piensan realizar durante su estancia en la isla. Aunque probablemente mantendrán ciertas costumbres como la de que Felipe protagonice la Copa del Rey de Mapfre de vela  —un evento en el que lleva participando cuatro décadas—, o la de que Letizia y él hagan alguna que otra visita cultural con sus hijas, la infanta Sofía y la princesa Leonor —que acaba de recibir la Gran Cruz al Mérito Militar y se ha despedido de Zaragoza como alférez—.

De todas formas, no estaría mal que la Casa Real aprovechara que acaba de estrenar cuenta en la red social Instagram para compartir algunas imágenes de sus vacaciones y así, de paso, acercarse un poco más a esa parte de la ciudadanía que cada día ve la institución con más desinterés.