El 14 de mayo de 1962, la vida de la reina Sofía cambió para siempre. Ese lunes de hace más de 60 años, la princesa griega se convirtió en la esposa del entonces príncipe Juan Carlos. Ambos se habían conocido hace años, pero no fue hasta la boda de los duques de Kent cuando surgió el amor. Un corto romance después y con una curiosa pedida de por medio (ese famoso '¡Sofi, cogelo!'), ambos estaban casados y, poco tiempo después, ya eran padres.
A pesar de pertenecer a una Casa Real extranjera, la reina Sofía se esforzó por adaptarse a su nuevo hogar. El idioma, las costumbres o la cultura del país fueron algunas de sus asignaturas al instalarse en el Palacio de la Zarzuela. Poco podía saber aquella joven Sofía lo mucho que tendría que enfrentar a lo largo de su reinado y también a posteriori. El divorcio de sus dos hijas, un enfrentamiento público con su nuera o los escándalos constantes de su marido (los más recientes, unas memorias y unas comprometedoras fotos con Bárbara Rey) han marcado las últimas décadas de la emérita.
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En estas circunstancias, la hermana de la princesa Irene de Grecia podría haberse rendido. Haber optado por una vida discreta y alejada de actos. Sin embargo, no ha sido así. Año tras año, la madre de la infanta Elena ha demostrado una entereza y elegancia inigualables. Creó una nueva forma de hacer frente a los escándalos, con la cabeza alta y sin avergonzarse.
El propio rey Juan Carlos afirmó que no imaginaba a nadie mejor que la princesa griega para llevar esta responsabilidad. "Amo a la princesa Sofía desde el primer momento en que la vi. Es una de las pocas mujeres que conozco capaz de llevar con toda dignidad una corona real", afirmó. De esta manera, la reina Sofía se ha convertido en una piedra angular para la Casa Real española. Una figura esencial para mantener la Corona y que, actualmente, a pesar de las nuevas generaciones, aún tiene un papel clave y con la que se cuenta para todo tipo de actos.
La lección que ha transmitido la reina Sofía este fin de semana
Este fin de semana iba a ser muy especial para la reina Sofía. El sábado, Teodora de Grecia, cuarta hija de Constantino y Ana María de Grecia, y Matthew Kumar celebraron su enlace rodeados de sus seres queridos y amigos. Entre los invitados estaba la reina Sofía. No es de extrañar. La emérita tenía una relación muy cercana con su hermano Constantino, algo que se ha extendido a sus sobrinos y sobrinas. Así, todo prometía a que se convertiría en un día de felicidad.
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Gtres
No obstante, los acontecimientos de la semana pasada que tienen como protagonista al rey Juan Carlos enturbiaron esta situación. La publicación de 'Reconciliación', las memorias del rey, y las fotografías del emérito con Bárbara Rey han sido el bombazo del año. Unas noticias que volvían a poner en jaque a los reyes Felipe y Letizia y que suponían una gran humillación para la reina Sofía.
Ante esta situación, la abuela de la princesa Leonor podría haber optado por no acudir a la ceremonia. Podría haber decidido quedarse en Zarzuela, apartada del foco mediático. Pero no. La reina ha acudido al evento familiar, demostrando una vez más porque se ha convertido en una figura clave en la Corona española. Para ella, nada va por delante de su dignidad y sus deberes, ya sean personales como profesionales.
La humillación de la reina Sofía tras las últimas polémicas del rey Juan Carlos
Aunque las dos noticias que han marcado la semana tienen como protagonista al rey Juan Carlos, no es la única figura que se ha visto afectada. En Zarzuela existe cierta inquietud respecto a las memorias del emérito y cómo esas imágenes pueden afectar a la reputación y futuro de la Corona. Bárbara Rey y Sofía Cristo son otras de las personas que han visto trastocada su semana por estas informaciones y ya han anunciado las medidas legales. Y, obviamente, la reina Sofía es otra de las figuras que se ha visto salpicada por este escándalo.
Es cierto que todos conocíamos la existencia de esas fotografías, una cosa es saberlo y otra verlo. Las fotografías de ambos, en actitud cariñosa y cómplice, son impactantes porque demuestran que hubo una relación entre el emérito y la exvedette. Un noviazgo o aventura que tuvo lugar mientras el rey estaba casado con la reina Sofía y sus hijos aún eran pequeños. Es por eso que la visión de estas instantáneas es una humillación para la princesa griega. La confirmación de los tantos rumores sobre que el monarca no le era del todo fiel.
La entereza de la reina Sofía a lo largo de los años
Aunque es cierto que no ha salido a la luz la reacción de la reina emérita al conocer la publicación de estas fotos, podemos imaginarnos que ha actuado según su personalidad: con discreción y elegancia. Quizá ha podido comentar algo a su hermana Irene, quien es su mayor confidente, pero Sofía no sería capaz de hacer un espectáculo de su dolor o pena.
De hecho, después de tantos años, es más que probable que Sofía haya encajado esta nueva humillación con costumbre. Cabe recordar que no es la primera vez que se han sabido de historias extramatrimoniales del rey. De hecho, una frase de la emérita en el documental 'Una familia real' señala que ya conocía las actitudes de su esposo. "Nos conocimos cuando tenía 15 años y nos casamos en el 62, pero eso de príncipe azul...", se oye decir a la reina, con una sonrisa irónica.
Por aquel entonces, tal como narra Pilar Eyre en 'La soledad de la reina', Sofía ya había encontrado a su marido con otra mujer mientras se suponía que estaba de caza. La madre de la infanta Cristina fue a casa del amigo con el que su marido se suponía que había ido a cazar y se lo encontró con otra mujer. Fue uno de los primeros varapalos emocionales que la reina tuvo que enfrentar. Incluso llegó a coger a sus hijos y viajar a la India, donde vivía por entonces su madre.
A partir de ese momento, la emérita supo que estas situaciones serían una constante y que, aunque mantendría la compostura por el futuro de sus hijos y de la institución de la que formaban parte, no pensaba renunciar a su felicidad. Fue ahí, cuando la reina tomó esa decisión, el momento en el que ambos empezaron a tener las vidas separadas con las que los conocemos hoy en día.