Educada para reinar, doña Sofía (84 años) siempre ha tenido muy claro cuál era su papel dentro de la Institución. Madre de tres hijos: Elena, Cristina y Felipe, compaginó sus obligaciones como Reina con su papel como madre. Educados con una férrea disciplina, no es ningún secreto que don Felipe siempre fue su ojito derecho, su verdadera obra maestra.
Sin embargo, el paso del tiempo y los últimos cambios en la vida de la infanta Cristina nos han permitido ver un nuevo acercamiento entre madre e hija. Aunque la realidad es que siempre han tenido muy buena relación, en los últimos meses ha sido habitual verlas compartir más tiempo juntas que de costumbre: durante la Semana Santa en Madrid, una comida familiar o, más recientemente, en la misa funeral de Fernando Gómez Acebo. Siempre unidas, muy cómplices, no cabe duda que doña Sofía se ha convertido en un apoyo incondicional para Cristina tras su divorcio de Iñaki Urdangarin.
Este fuerte vínculo entre madre e hija se ha trasladado también a su nieta Irene Urdangarin (19 años). La marcha de la infanta Cristina a Ginebra con todos sus hijos en 2013 en medio del escándalo del Caso Noòs supuso una gran pena para doña Sofía por tener que distanciarse de sus nietos, a los que adora. De hecho, siempre se ha dicho que don Juan Carlos siente predilección por Froilán y Victoria Federica. Pues bien, en el caso de la emérita su ojito derecho es Irene. "No es que quiera más a unos o a otros, es que los hijos de la infanta Cristina han pasado por mayores dificultades, sobre todo Irene", aseguran fuentes cercanas a Zarzuela a 'Monarquía Confidencial'
Doña Sofía vivió muy de cerca el sufrimiento de sus nietos cuando Iñaki Urdangarin fue encarcelado, y lejos de darles la espalda se volcó con el único objetivo de protegerles, una protección que mantiene en la actualidad.
Los planes más inmediatos de Irene Urdangarin lejos de España
Tras completar el Bachillerato Internacional en Suiza, Irene Urdangarin tomaba la determinación de mudarse a Madrid, concretamente al Palacio de la Zarzuela junto a doña Sofía, una noticia que no pudo hacer más feliz a la emérita. La hija pequeña de la infanta Cristina quería estar más cerca de su familia materna y aprovechó estos meses sin obligaciones para empezar una etapa en Madrid. Meses en los que aprovechó para sacarse el carnet de conducir hasta que en diciembre puso rumbo a Camboya como voluntaria.
De vuelta en España, Irene ha vuelto al redil junto a su abuela y es la infanta Cristina quien a menudo se deja ver por la capital para pasar tiempo con su hija pequeña. Doña Sofía está aprovechando estos meses para aconsejar a su nieta sobre su futuro. Irene no tiene muy claro qué hacer. En un principio su deseo era estudiar hostelería en la prestigiosa escuela de Lausanne, pero sus sueños se desvanecieron cuando no pasó las pruebas de acceso. La última información que ha trascendido es que la joven tiene intención de mudarse a Reino Unido para iniciar su formación universitaria, algo que retrasaría su deseo de dedicarse al mundo de las redes sociales siguiendo los pasos de su prima Victoria Federica.
Tal y como publica 'Monarquía Confidencial', doña Sofía "coincide" con la infanta Cristina en que Irene debe fraguarse un futuro profesional al margen de las redes sociales. Así, evitaría una exposición mediática tan constante. Irene confía mucho en su abuela y su madre, por lo que no hará nada que pueda decepcionarlas.
De vuelta en casa, Irene está disfrutando de estos meses de descanso mientras decide qué hacer. Enamorada de Juan Urquijo, lo suyo va muy en serio. Tanto, que el joven no faltó a la celebración familia con motivo de su 19 cumpleaños. La infanta Cristina, doña Sofía, la infanta Elena, Pablo Urdangarin y su novia, Johanna Zott disfrutaron de una amena velada en un restaurante próximo al Palacio de la Zarzuela.
La gran pena de la reina Sofía con sus nietas Leonor y Sofía
Su relación con Leonor y Sofía no tiene nada que ver con la conexión que siente hacia Irene. Aunque durante años intentó acercarse a las hijas de los reyes, la distancia que marcaba continuamente doña Letizia le empujó a dar un paso atrás. Pilar Eyre llegó a desvelar en Lecturas que la emérita lo pasó realmente mal al no poder ver a sus nietas de manera habitual, sobre todo teniendo en cuenta que viven a escasos metros de ella.
Doña Sofía no tiene ni voz ni voto en lo referente al futuro de Leonor y Sofía, a pesar de que la princesa de Asturias está llamada a ser Reina. El último desplante fue el pasado 31 de octubre con motivo de la Jura de la Constitución, un hito histórico que la emérita tuvo que seguir desde la televisión para no hacer distinciones con don Juan Carlos.