La reina Sofía, seria y cabizbaja, la mayor fan de Felipe VI en las regatas de Mallorca

La reina Sofía ha reaparecido surcando el mar Mediterráneo mientras Felipe VI hacía frente a la regata de hoy.

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

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Este verano está siendo de lo más atípico para la familia real española. La celebración de los Juegos Olímpicos de París está impidiendo que los reyes Felipe (56 años) y Letizia (51 años) se reúnan en el Palacio de Marivent, como cada año, junto a sus hijas Leonor y Sofía, y la reina Sofía (84 años).

Recién llegada de Atenas, donde viajó de manera fugaz para asistir al funeral de su tío Miguel de Grecia y Dinamarca, la reina Sofía ha reaparecido este sábado surcando el Mar Mediterráneo mientras Felipe VI competía en el Aifos durante la regata de hoy. Alrededor de las 12.00 horas, la emérita sorprendía a todos en el Real Club Náutico para animar a su hijo en este último día del campeonato.

Solo hay que ver el gesto serio y cabizbajo de la emérita durante su viaje en barco para entender que este verano no está siendo fácil para ella. A la reciente muerte de su tío hay que sumar el delicado estado de salud de su hermana Irene. No obstante, su estancia en Palma siempre es liberadora y sanadora. Sobre todo este año, en el que ha sido testigo de un nuevo reencuentro entre don Felipe y la infanta Cristina, y espera con ilusión la llegada de algunos de sus nietos. 

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Aunque por el momento se resiste a dejarse ver junto a sus nietas Leonor y Sofía, que también están en Mallorca tras su intenso periplo por París, doña Sofía era fotografiada mirando al horizonte, muy pensativa, mientras la brisa marina le golpeaba la cara. Tal y como ha publicado Vanitatis, don Felipe VI no dudaba en llamar por teléfono a su madre desde su embarcación, quizás para contarle cómo iba esta última jornada de vela tras la que pueden revalidar el triunfo de la edición anterior.

Pantalones de lino blancos y blusa azul, el uniforme de la reina Sofía para una jornada en alta mar

Para esta salida a alta mar, doña Sofía ha recurrido a un conjunto de lino muy práctico y confortable, ideal para una mañana de vela. Compuesto por un pantalón amplio de color blanco y una blusa azul marino de manga larga con un favorecedor escote en V, la reina emérita no se quitaba ni una de las múltiples joyas que luce en cada aparición pública. Finalmente, para una mayor comodidad se calzaba unas zapatillas grises con suela blanca, que le han permitido moverse con total libertad.

Durante las horas que ha permanecido surcando el mar, no ha perdido detalle del papel de su hijo a bordo del Aifos y en varias ocasiones saludaba en dirección a la embarcación de don Felipe, y es que no es ningún secreto que doña Sofía siente predilección por su hijo pequeño.

Esta misma noche, a las 21:00 horas, don Felipe presidirá la entrega de premios en una ceremonia que tendrá lugar en Ses Voltes, un lugar idílico situado a los pies de la catedral de Palma. Solo un día más tarde, el Rey sustituirá a la reina Letizia en la recta final de los Juegos Olímpicos de París. Finalmente, doña Sofía le cogerá el testigo a su hijo y asistirá al acto de clausura de las olimpiadas. 

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Estas idas y venidas a la capital francesa impedirán que veamos a la familia real al completo por la isla balear al menos por el momento. Lo que no sería de extrañar es que tras el regreso de doña Letizia, aprovecharan para hacer planes juntas y sacar a relucir su faceta más natural y distendida. Paseos por la isla, citas culturales, jornadas de compras o veladas gastronómicas a las que nos tienen muy acostumbrados.