El mes de octubre ha sido uno de los más intensos para la Familia Real española. La princesa Leonor (18 años) ha protagonizado buena parte de los actos agendados para este mes, como la jura de la Constitución el mismo día que cumplía la mayoría de edad o los Premios Princesa de Asturias. Toda su familia ha cerrado filas a su alrededor par darle el espacio para empezar a desarrollar su trayectoria institucional. Una figura que siempre ha estado (o al menos ha querido estar) apoyándola ha sido su abuela, la reina Sofía (85 años), que ha reaparecido hoy en Gijón para presidir la inauguración oficial del X Congreso Nacional de Alzheimer.
La monarca ha mostrado una actitud algo diferente a sus últimas apariciones. Sonriente, relajada y muy habladora, la esposa del rey emérito Juan Carlos ha deslumbrado con un traje de raya diplomática, ideal para mujeres de más de 60 años. Esto contrasta con las lágrimas que derramó hace un par de semanas durante la entrega del premio rector honorario vitalicio en la Universidad Camilo José Cela. Una muestra de dolor y tristeza que jamás habíamos visto en ella.
¿Qué puede haber propiciado este cambio? Esta claro que sigue siendo un año de profundo dolor para la madre de Felipe VI (55 años), pero ha habido un hecho que puede haber alegrado su humor: la reunión de todos sus hijos y casi todos sus nietos para la fiesta privada de cumpleaños de Leonor. El 31 de octubre, sobre las 20:30h de la noche, los invitados al evento empezaban a llegar al Palacio de El Pardo. Uno de los primeros era el rey emérito, seguido de sus hijas, las infantas Elena y Cristina, que aparecían en un coche con sus hijos, Froilán, Irene y Juan. También, Sofía con su hermana Irene, así como la familia de Letizia.
Un reencuentro quizá algo incómodo para algunos, pero que la reina llevaba esperando mucho tiempo. Hacía años que toda la familia no se encontraba en un mismo espacio para disfrutar de una velada. Este verano se suponía que debía suceder en Mallorca, pero los planes particulares de cada uno de sus hijos y nietos lo hizo imposible. Es por eso que la sonrisa y la alegría que hoy ha mostrado la reina podría estar vinculado con esta esperada reunión familiar.
Por si esto no fuera lo suficientemente para devolverle la sonrisa, unos días después volvía a tener lugar un acercamiento familiar. Esta vez era en el Palacio de la Zarzuela con motivo de su 85 cumpleaños. La infanta Elena y el rey Felipe llegaban casi a la vez, demostrando que los hermanos habrían limado asperezas tras el trato que Juan Carlos I habría recibido. También algunos de sus nietos, como Irene o la infanta Sofía se acercaron para pasar el día con ella. Uno de ellos fue Pablo Urdangarin que no pudo estar para la celebración de su prima, pero que no dudo en estar al lado de su abuela.
La causa especial por la que la reina Sofía ha reaparecido en Gijón
La reina Sofía no ha escogido cualquier acto para reaparecer. Ha decidido volver a hacer acto de presencia con el X Congreso Nacional de Alzheimer organizado por CEAFA, enfermedad en la que está muy involucrada desde hace años. Este año, además, podría tener un significado personal. Y es que, como explicó Lecturas en exclusiva, Irene de Grecia, la hermana de la reina Sofía, estaría aquejada del llamado 'mal de olvido'.
Un hecho tristísimo y doloroso debido a la gran cercanía entre las hermanas. Ellas, junto a Constantino de Grecia, construyeron un núcleo irrompible forjado de su dura infancia, marcada por los viajes constantes y un contexto convulso. Sofía, Constantino e Irene eran eran los pilares de los otros en un entorno que no paraba de cambiar.
Ni si quiera los años y el hecho de formar sus propias familias los separó. Los tres estuvieron siempre muy pendientes. Eran el refugio al que querían volver. Ese abrazo en medio de la tormenta. Sabían que nadie les entendería como ellos. Un vínculo que este año empezó a deshacerse, no por polémicas, sino porque la vida se ha abierto paso: Constantino fallecía el pasado enero e Irene habría menguado con ese mal del olvido. Una situación que habría sumido a la reina emérita en un profundo dolor.