La reina Sofía (85 años) es uno de los miembros de la familia real con más actos institucionales. Dejando de lado a los reyes Felipe VI (56 años) y Letizia (51 años) y sus hijas, Leonor y Sofía, la emérita lleva a cabo varios eventos a lo largo del mes. Una forma de continuar con su actividad como figura pública que, en fechas como las actuales, cobra un sentido muy especial.
Concretamente, este miércoles, la esposa del rey emérito Juan Carlos ha acudido al concierto conmemorativo de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León Joven (OSCYL Joven) con motivo de las 'Bodas de plata' de la Fundación Atapuerca. Se trata de un proyecto complementario a la formación que pretende unir la excelencia artística de la renombrada orquesta con el talento emergente de jóvenes músicos.
Para ello, la madre de las infantas Elena y Cristina se ha desplazado hasta el complejo de Trinchera del Ferrocarril de los yacimientos de la sierra de Atapuerca para disfrutar de este evento. En esta ocasión, la abuela de Irene Urdangarin ha inspirado con un vestido étnico que llama la atención por ser muy fresquito para hacer frente a las altas temperaturas veraniegas. Además, se trata de una pieza totalmente rejuvenecedora con la que la reina Sofía se siente de lo más cómoda. La madre del rey Felipe VI se ha decantado por este vestido en tonos rojos y manga tres cuartos.
Para completar la monarca española ha hecho uso de unas alpargatas en tonos negros de altura sensata. Este tipo de calzado ya lo ha usado en anteriores ocasiones para hacer frente a la comodidad y sin renunciar a la elegancia y al estilo que tanto le caracteriza. Además, tampoco ha dejado de lado sus características pulseras y collares que son tan habituales en su vestimenta para este tipo de actos.
En definitiva, un outfit rejuvenecedor, ideal para mujeres de más +60 y que es un 'must' para las calurosas noches de verano por su estilo fresco y ligero. La emérita seguirá en Burgos durante unas horas más, ya que este jueves 18 de julio por la mañana visitará uno de los yacimientos de la sierra de Atapuerca.
El movimiento con el que Felipe VI da su sitio a la reina Sofía en plena visita del rey Juan Carlos
La relación de la reina Sofía con los actuales reyes se podría definir, como mínimo, como compleja. Después del famoso y polémico momento en Mallorca entre la emérita y Letizia, sumado a los escándalos que han seguido al resto de la familia, ha hecho que la hermana de Irene de Grecia haya quedado, en cierta manera, apartada.
Sin embargo, poco a poco, el monarca ha vuelto a dar su sitio a su madre. Al fin y al cabo, el tiempo pasa para todos y el padre de Leonor y Sofía sabe que dar una imagen de cercanía y naturalidad es mejor. ¿Cómo? Pues confiando en ella varios actos de la agenda institucional en épocas en las que tanto él como su esposa deben atender asuntos más urgentes. Una forma de extender la mano hacia su progenitora.
La máxima preocupación de la reina Sofía: su hermana, Irene de Grecia
El 2023 no fue un año nada fácil para la reina Sofía. En enero, Constantino de Grecia fallecía a los 82 años en el hospital Hygeia de Atenas debido a las complicaciones derivadas del derrame cerebral que sufrió unos días antes. Un golpe inesperado y durísimo que sumió en una profunda tristeza a la emérita. Y es que la reina Sofía y Constantino eran los mayores confidentes, los mejores amigos.
Su historia familiar, que les había llevado a exiliarse cuando aún eran muy jóvenes, hizo que entre ellos se creara un vínculo irrompible. Uno que se expandió con el nacimiento de Irene de Grecia. Así, Sofía, Constantino e Irene eran un núcleo, una entidad única, porque ellos eran lo único fijo en un entorno que no paraba de cambiar.
Sin embargo, el paso del tiempo también ha aquejado a la hermana pequeña de la emérita. Hace algunos meses, la revista Lecturas revelaba en exclusiva que Irene de Grecia, la hermana pequeña de la reina Sofía, estaba aquejada del llamado 'mal de olvido'. A Irene "se le están borrando los recuerdos", recogió nuestra revista. Algo que se ha sumado a los baches físicos propios de la edad.
Algo que se ha visto acentuado en las últimas semanas, tal como se muestra en las fotografías que vieron la luz hace unos días. Sofía e Irene acudieron a la inauguración de la exposición 'Picasso en Creta: La alegría de vivir' en el Museo de la Antigua Eleuterna en Creta, una cita cultural que fusiona a los dos países que han marcado su vida. Lo que debía ser un evento centrado en la historia hacia saltar las alarmas al ver cómo llegaba Irene: en silla de ruedas y con la mirada perdida en el horizonte.