A principios de este mes, la Casa Real española recibía un duro golpe: Manolo Barrós, exjefe de seguridad de la Zarzuela durante 14 años, fallecía tras sufrir durante mucho tiempo esclerosis lateral amiotrófica (ELA). El mismo día que salía a la luz su muerte, el rey Felipe VI (56 años) acudía a la capilla ardiente de este general de División en el tanatorio de La Paz de Tres Cantos en Madrid.
En aquella ocasión, nadie más de la familia real se acercó para despedirse del diplomado de Estado Mayor del Ejército de Tierra. Sin embargo, hoy, la reina Sofía ha querido mostrar sus respetos al que fue una figura clave durante el reinado del rey emérito Juan Carlos y se ha acercado hasta su funeral.
La exmonarca, compungida y con un traje de raya diplomática negro, ha saludado a los familiares de su gran amigo y les ha dado el pésame. Su presencia ha sido una forma de honrar el trabajo de Barrós y una oportunidad de darle su último adiós. Está claro que no ha sido un día fácil para la suegra de la reina Letizia (51 años), ya que hace unas horas salía a la luz el nulo papel que jugó la emérita en uno de los momentos más críticos de la Corona española.
El vínculo de Manolo Barrós con la reina Sofía
De 1999 a 2013, Manolo Barrós fue jefe de seguridad de la Zarzuela. 14 años en los que acompañó a los reyes Juan Carlos y Sofía en su andadura real. Fue él quien creó algunos de los protocolos de seguridad y estrategias clave que aún se mantienen a día de hoy. Su función dentro de la Casa Real y después de dos décadas de cercanía, todos los royals españoles desarrollaron una relación cercana con él. Sin embargo, fue la reina emérita quién creó el vínculo más íntimo, especialmente en estos últimos años cuando Manolo luchaba contra su enfermedad.
Prueba de ello fue su último acto juntos, en diciembre de 2023. La reina Sofía presidió la presentación del proyecto sobre la ELA 'Manolo Barrós', una iniciativa que pretende estudiar todos los detalles de esta dolencia que afecta a miles de personas en país. Financiado por la Fundación Reina Sofía, este proyecto demuestra la gran implicación de la reina en materias que le son muy cercanas al corazón.
"Durante más de 30 años, fui testigo de su cooperación por apoyar proyectos de ayuda a los demás. Lo que nunca imaginé es que, años mas tarde, un proyecto de investigación podría llevar mi nombre, lo que me hace sentir muy honrado. Desde lo mas profundo de mi corazón, muchas gracias y a sus órdenes", expresó la hija de Manolo, leyendo la carta que él mismo había preparado. Unas palabras que demostraban lo importante que era la figura de la madre de la infanta Elena para el exjefe.
En un mes, el 20 y 21 de junio, la reina emérita y Manolo deberían haberse reencontrado en Almería, donde iba a tener lugar el I Congreso Internacional sobre la ELA 'Manolo Barrós' para concienciar sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica.