La reina Sofía aparece en Mallorca con el traje floral fresquito, con guiño a su familia y elegante ideal para las +60

La reina Sofía (85 años) ha protagonizado su primera aparición oficial en Palma de Mallorca. La madre de Felipe VI (56 años) lleva ya unos días alojada en el Palacio de Marivent y se le ha podido ver haciendo algunos planes privados en la isla. Pero no ha sido hasta la noche de este lunes cuando ha formado parte de un evento oficial. Como cada verano, doña Sofía ha acompañado a los reyes Felipe y Letizia (51 años) a la tradicional recepción ofrecida a las autoridades de las islas Baleares y a una representación de la sociedad balear en el Palacio de Marivent.

El look de la reina Sofía en su primera aparición en Mallorca

La reina Sofía ha elegido para la ocasión un look con el que ha sido fiel a su estilo. Cada año, para esta cita, suele optar por estilismos con esos estampados que a ella tanto le gustan, de estilo boho, con los que luce elegante, cómoda y rejuvenecida. Esta noche, la madre de Felipe VI ha llevado un traje de dos piezas. En la parte superior destacaba la largura de este tejido floral en tonos verdes, ya que llegaba hasta debajo de las rodillas con una apertura en los laterales que permitía hacer un vuelo al caminar.

Además, se trata de manga larga aunque es un tejido bastante fresquito para hacer frente al calor y a las altas temperaturas. No obstante, el pantalón ancho le daba la comodidad necesaria para ir elegante a la par que cómoda. En cuanto al calzado, la madre de la infanta Cristina se ha decantado por unas alpargatas en tonos plateados con un poco de brillo que quedan ideales con su apuesta estilística para su estreno en Mallorca.

En cualquier caso, no se trata de la primera vez que vemos a la emérita con este diseño. Siguiendo el estilo de su nuera, la reina Letizia, se ha decantado por reciclar algunos de sus atuendos. En el año 2014 la reina Sofía ya utilizó este traje pero en un escenario muy distinto. Se trataba de las bodas de oro de Constantino y Ana María de Grecia. Por tanto, la emérita ha querido realizar un guiño a su familia en estos complicados momentos, ya que el pasado domingo fallecía su tío, el príncipe Miguel de Grecia.

Para la reina Sofía, esta aparición en Mallorca es muy importante por una poderosa razón. El rey Felipe, al permitir que su madre vaya junto a él y la reina Letizia a este evento, le otorga ese hueco en la agenda oficial que ella no quiere perder. Es una forma de dejar claro su compromiso con la Corona y de dejar patente que pese a que hace ya diez veranos que el rey Juan Carlos abdicó, ella no quiere soltar algunos de los compromisos que llevan décadas marcando su agenda oficial.

Además, es una oportunidad perfecta para que la reina Sofía haga gala de cómo es su relación con los reyes Felipe y Letizia. Esta es una de las pocas apariciones que realizan de forma conjunta y en ella siempre dejan gestos de complicidad. 

Los planes veraniegos de la reina Sofía en París y Mallorca

Sobre cómo seguirá el verano de la reina Sofía, hay que destacar que en los próximos días viajará a París. Tal y como anunció el rey Felipe hace unos días, su madre acudirá a algunas de las competiciones enmarcadas en los Juegos Olímpicos. Después de que su hijo, su nuera y sus nietas la princesa Leonor y la infanta Sofía hayan ido, próximamente será su turno. Aunque se desconoce cuál será el día que haga aparición en la capital francesa, lo que sí es seguro es que estará en las gradas presenciando alguna competición.

Además, es probable que a lo largo de los próximos días haga alguna aparición junto a los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía en Mallorca. Cada verano, es tradición que salgan a cenar a algún establecimiento de la isla y que posen para las cámaras mostrando su lado más cercano, distendido y familiar. Un evento al que también suele acudir Irene de Grecia. Pero este año, los planes de la hermana de la reina Sofía dependen de su estado de salud. En los últimos meses ha sufrido algunos contratiempos tras los que se podría convertir en la gran ausente de las tradiciones familiares.