Muy unidas, la infanta Cristina (58 años) y su tía, la princesa Irene de Grecia (81 años), han acompañado a la reina Sofía (85 años) en la Palacio Real de Madrid. Una vez más, la familia real ha acudido a a la procesión del Cristo de los Alabarderos, cita que recorre las calles de la capital el Viernes Santo, el día de más actividad en la capital. Pero este 2024 la fecha ha sido todavía más especial. La mujer de don Juan Carlos ha sido la elegida para recibir la medalla del Cristo de los Alabarderos, además de ser nombrada como 'Alabardera de Honor'.
El momento, emitido por Telemadrid, ha dejado ver algunos bonitos gestos que ha tenido Cristina con su madre y con su tía. Después de que el correspondiente representante de la cofradía les diera la bienvenida a la capilla, la infanta, la emérita y la princesa han escuchado muy atentas la historia de la cofradía: "Cada año durante tres días preparamos y montamos esta capilla para preparar el Cristo y salir por las calles de Madrid escoltados por los alabarderos de Su Majestad el Rey. Como ven, nuestros uniformes están basados en los de época de la Guardia Real porque es allí donde se refundó la cofradía", ha comenzado diciendo.
El cofrade ha explicado además que llevan sacando al cristo más de 20 años liderados entonces por el coronel César Muro, que hoy es Hermano Mayor, y por el capellán de la Guardia Real. "Muchos de nosotros hemos pertenecido o pertenecemos a la Casa de Su Majestad el Rey y esa adhesión inquebrantable a la Corona y al Rey se hace más patente con su presencia. Gracias por venir a ver nuestro Cristo. Nos hace una ilusión enorme y es un honor para nosotros. En nombre de esta congregación muchas gracias. Para reconocer esta presencias, queremos darle nuestra medalla de honor", ha expresado ante la sorpresa de la madre de Felipe VI.
Muy abrigadas (las tres han elegido colores oscuros para esta fecha tan solemne de la Semana Santa), la cofradía ha entregado la medalla del Cristo de los Alabarderos a la Reina Sofía, la infanta Cristina y la princesa Irene. En este momento la hermana pequeña de Elena ha tenido un precioso gesto con su tía, que al darle el colgante se quedaba casi perpleja. Ha sido entonces cuando la exmujer de Iñaki Urdangarin ha sonreído a su familiar y le ha puesto la condecoración, que se ha quedado un poco encajada en la nariz de la hermana de la emérita.
Irene, que sufre una gran pérdida de memoria, no ha podido evitar reírse en ese momento y ha mirado muy cómplice a su sobrina. "Gracias", se puede intuir que dice la princesa entre risas. Sin duda una imagen bonita y entrañable que deja clara la buena relación que tienen. Minutos después ha sido Cristina quien también ha puesto a su madre la preciosa condecoración y la emérita se ha emocionado. Un aplauso ensordecedor ha retumbado en la capilla.
Ha sido entonces cuando todos los cofrades han cogido al Cristo para sacarlo de la capilla por la Puerta del Príncipe del Palacio Real a las calles de Madrid. Eso sí, una vez fuera del Palacio Real la Reina ha tenido un importante papel. Sofía se ha acercado hasta el paso para hacer la 'Levantá' del 'Cristo de los Alabarderos'. "Por España", se ha escuchado después de que la madre del Rey dieran con un martillo de plata ante la atenta mirada de Cristina e Irene. Las tres han posado después frente a las cámaras y Sofía ha mostrado una vez lo mucho que le gustan los niños. Se ha acercado hasta uno de los más pequeños y con la mano le ha tocado los mofletes. Pero no solo eso, después de que le entregaran el llamador de plata, la emérita ha dado un beso en la frente al joven.
Además del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, junto a la Infanta, la Reina y la princesa, en el acto se encontraba Simoneta Gómez-Acebo, quien se ha refugiado en la fe para sobrellevar ka muerte de su hermano Fernando a los 49 años.
Todos los asistentes, felices de tal representación de la familia real, no han podido evitar darse cuenta de la la ausencia de la infanta Elena, hermana honorífica de la congregación y principal responsable de cumplir cada año con esta tradición. La hermana mayor de la familia voló hace unos días a Emiratos, donde está pasando la Semana Santa. De hecho, este viaje a la casa de su padre, vivienda que está acondicionada para sus necesidades desde que llegara en 2020, también forma parte de una estrategia de la Casa Real para poner fin a los rumores de una posible mudanza del emérito a Ginebra.