La reina Letizia, envuelta en una enorme expectación, protagonista del funeral de Constantino de Grecia

Los reyes Felipe y Letizia han reaparecido a las puertas de la Catedral Metropolitana de Atenas envueltos en una enorme expectación pocos minutos después de la llegada del resto de su familia

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

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El último adiós a Constantino de Grecia, fallecido el pasado 10 de enero a los 82 años, ha provocado algo que parecía imposible hace unos años: el reencuentro frente a las cámaras de la reina Letizia (50 años) con toda la familia de su marido.

La presencia de la Reina en Atenas ha creado una enorme expectación a pesar de tratarse de un acto tan solemne y de carácter privado. Pasadas las 11 horas, doña Letizia, de riguroso luto y del brazo de su marido, hacía su llegada a la Catedral Metropolitana de Atenas entre vítores y aplausos. Con rostro serio y saludando a todos los curiosos que se agolpaban a las puertas del templo, eran recibidos por Pablo de Grecia, a quien han saludado con mucho afecto saltándose cualquier norma de protocolo. Don Felipe guardaba un cariño muy especial a Constantino, de quien se dice era su tío favorito.

Los reyes Felipe y Letizia

Los reyes Felipe y Letizia a su llegada al funeral.

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La reina Letizia, de riguroso luto

Para la ocasión, la reina Letizia ha lucido muy elegante con un abrigo negro en el que ha colocado un broche de lo más significativo. Esta joya forma parte de las joyas de pasar. Se trata de un broche de brillantes acabado en una enorme perla de color gris, del que cuelga una perla de aún mayor tamaño. Esta joya que fue bautizada con el nombre de 'La Peregrina' perteneció a la reina Victoria Eugenia, la reina consorte de Alfonso XII, y es uno de los favoritos de Letizia, que también lo llevó en el funeral de Isabel II. Lo que no ha llevado es tocado. Aunque ha habido invitadas que sí han optado por él, en su caso ha llevado el pelo recogido en un moño.

Otros miembros de las familias reales europeas en el funeral

Allí también se han reencontrado con otros miembros de las diferentes casas reales europeas. Aunque el Gobierno griego decidió que no se haría un funeral de Estado a Constantino, los vínculos de sangre y las relaciones personales han provocado que muchos de ellos se hayan trasladado hasta Atenas para darle el último adiós. Margarita de Dinamarca, hermana de Ana María, llegaba para arropar a su familia. Haakon llegaba junto a su mujer Mette-Marit en representación a la Casa Real noruega debido al delicado estado de salud de Harald, pasarela real que terminaba con Carlos Gustavo y Silvia de Suecia y Máxima y Guillermo de Holanda. Noor de Jordania es otra de las que ha estado junto a la familia en este doloroso momento.

Tras la ceremonia, todos los invitados han puesto rumbo al Palacio de Tatoi donde se dará sepultura a los restos mortales del último rey griego en la más estricta intimidad.

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La reina Letizia, muy aclamada en Atenas a su llegada a la Catedral Metropolitana de Atenas

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Los encuentros más incómodos para la reina Letizia en Atenas

Han pasado más de dos años desde la última vez que vimos a los reyes compartir tiempo y espacio con el rey Juan Carlos, la infanta Elena y la infanta Cristina, pero no solo eso, la consorte ha protagonizado un esperadísimo cara a cara con Marie Chantal, su enemiga desde que hace años la empresaria la criticara públicamente. Pero lejos de haber tensión, ambas aparecieron ayer por la tarde cogidas del brazo y de lo más cómplices, una imagen muy sorprendente con la que confirman su reconciliación a ojos de todos. Parece que la muerte de Constantino ha puesto punto y final a la tensión, y con su presencia doña Letizia ha querido enterrar el hacha de guerra no solo con la nueva "reina" de Grecia sino también con toda su familia política.