Los reyes Felipe y Letizia han presidido este martes 15 de junio la primera cena de Estado en más de dos años y medio. Tras la pandemia del coronavirus, que obligó a posponer todas las visitas oficiales, los monarcas han vuelto a abrir las puertas del Palacio Real para recibir a Moon Jae-in y su esposa, Kim Jung-sook.
Para esta ocasión, la Reina ha optado por reciclar un vestido que estrenó en el año 2019 durante la entrega del Premio de Periodismo Francisco Cerecedo. Se trata de un vestido midi sin mangas en negro con estampado de flores doradas de Dries Van Noten. En cuanto a los complementos, discreción absoluta. Nada de joyas ostentosas y zapatos también 'reciclados', como la primera vez que lo lució ha combinado su vestido con sandalias negras con detalles dorados de Magrit.
Como peinado, la reina Letizia ha optado por uno de sus favoritos: un sencillo moño. Con él, le ha dado un toque más suntuoso y elegante con respecto a la primera vez que lo llevó la primera vez que se puso el diseño, cuando lució un falso bob. Al igual que en el día de su estreno, el look de Letizia ha causado furor con este elegante vestido y ha recibido muy buenas críticas.
Al tratarse de una cena de Estado y no gala, en la que el dress code recoge que doña Letizia tendría que lucir vestido largo y de tiara, la esposa de Felipe VI ha optado por un vestido corto pero no por ello menos elegante. Este es, sin duda, uno de los diseños más elegantes y suntuosos de su vestidor y además su inspiración oriental es un claro guiño a sus invitados. La mujer de Felipe VI no ha lucido grandes joyas y habrá que esperar un poco más para verla por fin recuperar algunas de las grandes piezas del joyero real.
Además, los Reyes van a vivir una velada muy diferente a las que se celebraban antes de la pandemia del coronavirus. La cena de Estado va a estar marcada por las medidas sanitarias que han obligado a reducir el aforo a la mitad, tal y como ha publicado Vanitatis. Además, la disposición de las mesas será distinta. Los asistentes se dividirán en mesas redondas con un número limitado de personas, en lugar de la larga mesa que solía presidir el comedor de gala.
Un acto que llega después de que los Reyes hayan presidido sobre las 17:00 horas la ceremonia de bienvenida en la Plaza de la Armería. Un acto de carácter militar donde han disfrutado de un pequeño desfile en su honor. Al igual que ha ocurrido durante la recepción de la cena, Doña Letizia ha estado pendiente en todo momento de la primera dama, gestos de complicidad que dejan buena cuenta de que es una de las mejores anfitrionas de nuestro país.