La razón por la que no habrá joyas ni grandes lujos en la cena de Estado en honor al presidente de Corea

Sin espacio para las tiaras ni grandes ostentaciones. La cena de Estado en honor al presidente de Corea estará marcada por la austeridad

Letizia tiara
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Nos tenemos que remontar a febrero de 2019 para recordar la última vez que el Palacio Real se vistió de gala en una cena en honor al presidente de Perú. Dos años y medio después, y en medio de una pandemia,los Reyes vuelven a ser los anfitriones de una velada que estará marcada por las restricciones sanitarias pero con la que pretenden agasajar al presidente de Corea y la primera dama.

Lejos de lo que se podía esperar de un encuentro de este calibre, la reina Letizia no abrirá el joyero real ni tampoco protagonizará una gran despliegue estilístico por lo que tendremos que esperar un poco más para verla lucir algunas de sus tiaras. Tal y como ha podido confirmar Vanitatis, las dos delegaciones han acordado que el encuentro, pese a ser una cena de Estado, sea mucho más moderada. El motivo no es otro que la crisis sanitaria que todavía acecha al mundo.

Letizia cena de Estado 2019

La reina Letizia durante la cena de Estado en honor al presidente de Perú en 2019

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Además, la organización de la cena también ha cambiado de manera radical. Antes, todos los invitados se disponían en una enorme mesa alargada presidida por los Reyes. En esta ocasión, tal y como señala ABC se han dispuesto varias mesas redondas con un número limitado de comensales.

La última vez que vimos a doña Letizia caracterizada como una auténtica Reina, corona incluida, fue en octubre de 2019 durante la entronización del emperador Naruhito de Japón. Por aquel entonces, la mujer de Felipe VI hizo un despliegue sin igual con un vestido exclusivo de Carolina Herrera en color rosa capote y la tiara Flor de Lis.

Felipe y Letizia entronización Naruhito 2019

Los Reyes en la entronización de Naruhito de Japón en 2019

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La reina Letizia lleva un año mostrando su versión más austera. Aunque nos ha deleitado con algún que otro estreno, la consorte prefiere repetir y así mantener su imagen en un perfil bajo en un momento de crisis mundial a consecuencia del coronavirus, una decisión que ha dilatado hasta esta primera cena de Estado.