La familia real ha reaparecido en el balcón del Palacio Real diez años después de la multitudinaria proclamación de Felipe VI. Don Felipe (56 años) y doña Letizia (51 años), arropados por sus hijas Leonor (18 años) y Sofía (17 años) se han dado un auténtico baño de masas ante los cientos de curiosos que les vitoreaban desde la plaza de Oriente.
Tal y como manda el protocolo, el primero en salir era el Rey y tras él, doña Letizia, que se colocaba al lado izquierdo de su marido, Leonor, al lado derecho, y Sofía junto a su madre. Muy alegres, padres e hijas saludaban con energía a todos los que les aclamaban, al tiempo que daba comienzo el cambio de Guardia Real, pero rápidamente la Reina ha empezado a mostrar signos de incomodidad y dolor provocados por la lesión que sufre en el pie derecho.
"Hemos visto a la reina Letizia incómoda, sentada en algún momento y apoyándose", destacaban desde RTVE. Y así ha sido. Doña Letizia ha tenido que sentarse en varios momentos tal y como se puede en la imagen, momento en el que don Felipe se ha interesado por el estado de su mujer.
La Reina anunció el pasado mes de abril que había sufrido un accidente doméstico por el que tendría que utilizar calzado cómodo de ahora en adelante. Una fractura de una de las falanges del pie derecho que ha afectado de manera inevitable a su rutina diaria.
Lo que parecía una lesión mínima que se solucionaría con reposo y la inmovilización de la zona, está empezando a generar una gran preocupación entorno a su estado de salud. No solo no se ha recuperado sino que parece que el dolor va a más y se ha convertido en algo insoportable.
A pesar de este bache de salud, doña Letizia no ha alterado su agenda oficial y ha hecho frente a todos sus compromisos institucionales dentro y fuera de nuestras fronteras, por intensos que fueran. Un gesto que refleja el gran compromiso de la Reina con la Corona.
Inmediatamente después, doña Letizia ha presidido el tradicional besamanos junto a su marido y sus hijas para dar la bienvenida a la decena de invitados y aunque tenía el taburete justo detrás, y ha hecho el amago de sentarse, no lo ha utilizado en ningún momento. Después han pasado al salón donde ha tenido lugar la entrega de condecoraciones y ha sido la primera en sentarse, prueba de que lo ha estado pasando realmente mal durante toda la mañana.
Falda midi y blusa con escote asimétrico: La reina Letizia recupera su mejor versión
Después de varios meses en los que doña Letizia ha hecho de los trajes de chaqueta su uniforme de trabajo, la ocasión merecía un paso más allá y no ha defraudado. Sin tacones, pero con unas preciosas sandalias doradas, la Reina recuperaba su mejor versión con un elegante y favorecedor conjunto satinado de color azul. Un dos piezas de la firma española Masku compuesto por blusa de escote asimétrico y falda midi. Ambas prendas, confeccionadas en seda natural, destacan por su fluidez, elegancia y movimiento. Sin duda, una elección acertadísima que, además, es inspiración para los looks de invitada de verano.
Respecto a las joyas, la mujer de Felipe VI ha recurrido a unos llamativos pendientes XXL. Dos grandes lágrimas de cristal de Sibela realizados en plata que presentan piedras talladas de color sapphire y champagne. No podía faltar, por supuesto, su anillo de Coreterno.
Los reyes, esta vez sin Leonor y Sofía, volverán a reaparecer este jueves en la inauguración de la exposición 'Felipe VI: una década de la historia de la Corona de España'. Después, sin tiempo que perder, el Rey cogerá un avión para poner rumbo a Alemania para disfrutar del partido de la Eurocopa que enfrentará a la Selección española contra Italia, cita mucho más distendida a la que no sería de extrañar que le acompañara la infanta Sofía.
Las tres cualidades que el rey Felipe ha destacado de Letizia en su último discurso
Tras hacer entrega de las condecoraciones, don Felipe ha tomado la palabra en un discurso en el que ha hecho balance de estos 10 años en el trono y donde su mujer y sus hijas han ocupado un papel protagonista. "En todo este tiempo he contado con el gran apoyo de la Reina", ha dicho el rey mirando a su mujer, quien le respondía con una sonrisa tímida al tiempo que bajaba la mirada con cierta timidez. Texto en el que ha resaltado 3 de las cualidades que, según él, la definen como Reina. "Con voluntad, dedicación y sensibilidad, su actividad institucional ha contribuido enormemente a dar visibilidad y atención a las necesidades de las personas, especialmente las más vulnerables", expresaba ensalzando el trabajo de su mujer.
Después era el turno de Leonor y Sofía, quienes también han tenido su espacio en el discurso del Rey. Don Felipe siente predilección por sus hijas, y eso se hace evidente en cada una de las apariciones públicas que presiden juntos. "La Reina y yo hemos contado con el creciente apoyo de nuestras hijas y queremos que este sea también un aniversario especial para ellas, junto a los jóvenes de su generación, han empezado a vivir y comprender con necesario espíritu crítico y afán de aprendizaje la realidad de nuestras vida colectiva y las complejas dinámicas del mundo", expresaba. Palabras con las que Leonor y Sofía se mostraban muy agradecidas.
Leonor y Sofía se saltan el protocolo para sorprender a sus padres
Antes de empezar el almuerzo, Leonor y Sofía se levantaban ante la sorpresa de don Felipe. "Mamá, papá, perdón por colarnos, pero nosotras también tenemos algo que decir hoy", decía la princesa de Asturias con frescura para captar la atención de todos los presentes.
"Gracias por acompañarnos para recordar que en estos diez años, hemos aprendido de nuestros padres el compromiso que los cuatro tenemos con los españoles", decía Sofía siguiendo el paso de su hermana mayor. "Nos gustaría que se unieran a nosotros en un brindis por nuestra madre y nuestro padre, por nuestros Reyes, porque desde que nacimos nos han enseñado el valor de la Corona, y su propósito de servir a todos", ha concluido Leonor poniendo en valor la profesionalidad de sus progenitores. "Mamá, papá, gracias", se despedía Sofía provocando la emoción de don Felipe, quien respondía a la sorpresa con un guiño y un beso a sus hijas.