Doña Letizia (52 años) ha inaugurado su semana de actos oficiales este miércoles, 26 de febrero, y lo ha hecho con una cita que, seguro, dará la vuelta al mundo. Un año después de la realización de la sesión de fotos en el Palacio Real y tres meses después de que los lienzos vieran la luz, los Reyes de España han acudido al Banco de España para ver, en primera persona, los retratos realizados por la fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz.
La expectación por ver la reacción de los reyes al verse reflejados en los lienzos era máxima. Conscientes de ello, el matrimonio no ha ocultado el orgullo que les supuso posar para una artista tan consagrada como Leibovitz y, además, formar parte de una obra tan impresionante.
El peso de los retratos era tal que, sin que sirva de precedente, el estilismo de doña Letizia ha pasado a un segundo plano. Si hace unos días volvía a dar una nueva vida al vestido de punto de Massimo Dutti que comparte con Máxima de Holanda y tan bien le sienta, hoy ha recurrido a su color fetiche. La reina Letizia, sabiendo que iba a ser la gran protagonista, ha optado por un traje de chaqueta en color rojo.
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La reina Letizia ha hecho incluso un guiño a su espectacular retrato con un dos piezas del mismo color del complemento que luce en el cuadro. Se trata de un traje de Carolina Herrera que ya ha lucido en anteriores ocasiones. Además, lo ha combinado con un mix de colores que será tendencia en primavera. Si en invierno el marrón ha sido protagonista, en cuanto llegue el buen tiempo seguirá en los armarios. Lo hará en sus tonalidades más claras, como la que ha lucido Letizia en su camiseta.
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Mismo color que ha llevado tanto en su bolso como en sus zapatos. La reina Letizia ha dejado así una idea inspiradora con la que dar todo el protagonismo al rojo.
La reacción de los reyes Felipe y Letizia al ver sus impresionantes retratos
Aunque lo cierto es que el hecho de contar con sus propios retratos es muy de reyes, don Felipe y doña Letizia no han podido evitar sentirse abrumados con el resultado final de los dos lienzos que presiden la sala principal del Banco de España. Dos imponentes retratos de gran formato (223,52 x 170,18 cm) con el que Annie Leibovitz consiguió captar la majestuosidad de dos reyes de la era moderna.
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Cabe recordar que fue la propia artista estadounidense quien eligió, de entre las cientos de fotografías, esas dos imágenes. Retratos que ya forman parte de la historia de España. Los reyes le dieron la total libertad, y el resultado no ha podido ser mejor. Así se lo han hecho saber en el reencuentro que han protagonizado con ella.
Tras divisar la imagen durante unos segundos, don Felipe y doña Letizia no han podido evitar compartir confidencias y gestos cómplices que reflejan lo contentos que están con la obra. Risas y miradas han sido constantes en este momento tan especial para ellos.
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La princesa Leonor, en boca de todos
Desde Casa Real son muy conscientes del interés que genera la vida personal de la princesa Leonor, una exposición mediática sin control que preocupa (y mucho) a don Felipe y doña Letizia, y que se ha hecho aún mayor desde que la joven iniciara su travesía a bordo del Juan Sebastián Elcano.
Hace unos días se hacían públicas unas imágenes de Leonor, sin uniforme, disfrutando de una fiesta de carnaval en Salvador de Bahía (Brasil). En las instantáneas se puede ver a la joven disfrutar de la música junto a un grupo de guardamarinas más.
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Las especulaciones entorno a la compañía de la princesa de Asturias no se hacían esperar. Tal fue el grado de rumorología que se llegó a decir que se había visto a la joven besándose con un chico en medio de la fiesta. Pues bien, nada de eso es real.
Leonor estuvo de fiesta, sí. Disfrutó de una noche muy amena con algunos de sus compañeros y cuando se dieron cuenta que les estaban haciendo fotos, sus nuevos amigos la rodearon "para protegerla", asegura una fuente cercana a Casa Real a la revista ¡Hola!. Sea como fuere, esto es solo el principio. Si la comparamos con don Felipe, Leonor cuenta con un hándicap muy importante, vive en un universo digital en el que cualquier persona tiene el poder de sacar su teléfono móvil para fotografiarla en el momento más íntimo y personal.