Reina Letizia: funcionalidad y naturalidad, las claves de su estilo en la cuarentena

El 'mono de trabajo' de Letizia en la cuarentena establecida durante el estado de alarma tiene como prenda protagonista el traje sastre. Su reaparición tras su aislamiento recomendado y obligatorio de quince días estaba envuelto en una gran expectación. Tras dar negativo en coronavirus, pero por prevención debido a que estuvo en contacto con la ministra Irene Montero (que sí confirmó que estaba infectada), las primeras imágenes de la reina no dejaron indiferentes a nadie. Se sabía que se mantenía activa, teletrabajando, y recogiendo las inquietudes de los diferentes sectores afectados por la crisis de la Covid-19, pero había un gran interés por saber cómo se encontraba. Nunca se había visto a la reina en estas circunstancias, por lo que era obvio. La elección del look que ha exhibido a lo largo de estos días ha sido bien recibido. Funcional, elegante, pero nada ostentoso; y muy versátil, el traje de chaqueta se adapta a la perfección a las circunstancias, pero también a la fama de carácter fuerte que la precede.  

A rayas, liso o con relieve, los jerseys ligeros han sido sus aliados para darle color y crear contraste a su atuendo, aunque sin excentricidades. Parece que el cuello redondo es con el que más cómoda se siente, dadas las veces que lo ha repetido. Solo en una ocasión la hemos visto con un jersey grueso de cuello cisne y otro en escote en 'V'.

Escuchar y atender las sensibilidades de los diferentes sectores de la sociedad es una empresa importante y seria, el foco debe estar en todo momento sobre él, un detalle que han entendido perfectamente en Zarzuela y en lo que se quiere transmitir, por lo que no tiene sentido que el aspecto de los reyes, especialmente el de Letizia esté producido al detalle. Aunque no se ha dejado ningún cabo suelto, puesto que han usado con inteligencia lo que podría suponer una desventaja. A Letizia ya la habíamos visto luciendo con orgullo sus canas. Ahora, han ido un paso más allá adaptándose a las circunstancias. Puesto que ya no cuenta con su habitual servicio de maquillaje y peluquería, la reina luce un aspecto más natural, con un maquillaje destinado más a matizar y corregir que a potenciar, y dejando sus cabellos sueltos, solo cepillados, y con la raya ligeramente a un lado. Posiblemente, estos detalles de su aspecto son los que ha ganado en cercanía.  

Siendo justos y razonables, y para ver el sustancial cambio que se ha producido en el aspecto de Letizia, es adecuado comparar uno de sus recientes y celebrados looks 'working girl'. Salta a la vista que, dentro de las mismas ideas que la reina pretendía transmitir a través de su atuendo, no cabe duda de que ha reescrito la manera de entender la funcionalidad y, sobre todo, la naturalidad. Asimismo, se ve la más que evidente acción de un estilo muy pensado, 'trabajado' y, sobretodo 'producido', con una gran labor de de maquillaje y peluquería, aunque aparentemente no lo parezca.