La reina Letizia (51 años) lleva años sufriendo en silencio. Fue en octubre de 2022 cuando ella misma confesó que padece neuroma de Morton y metatarsalgia crónica desde hace años en el pie izquierdo. Una dolencia que puede ser provocada por infinidad de factores pero que lejos de aminorar se ha visto acentuada en los últimos tiempos.
Aunque se resiste a bajarse de los tacones de manera definitiva, en los últimos meses ha renovado su calzador por salones de un tacón medio, mucho más cómodo y práctico. Sin embargo, nadie esperaba que la Reina sufriera una crisis que le impidiera estar de pie durante la cena de gala en el Palacio Real de Ámsterdam. Doña Letizia aparecía sentaba en una silla en pleno besamanos, una estampa que preocupó a todos y hacía público la gravedad de la situación.
"El neuroma de Morton provoca un dolor incapacitante, muy punzante, que muchas veces llega a provocar calambres hacia los dedos", nos cuenta la podóloga Marta Barra. Y este intenso dolor ha comenzado a afectar a doña Letizia en su día a día de una forma más recurrente, pero al menos por el momento, se resiste a pasar por quirófano.
Los tratamientos para paliar el intenso dolor, según los expertos
Desde Lecturas nos hemos puesto en contacto con Marta Barra, podóloga profesional, para que nos de luz sobre la dolencia que padece la Reina y que le ha obligado a alterar su vida de manera inevitable.
El primer cambio se encuentra en su calzado. Doña Letizia debería despedirse de los tacones para siempre. Los zapatos terminados en punta y el tacón son contraproducentes para los pacientes con neuroma de Morton y puede provocar que el dolor se acentúe más si cabe. Si el malestar persiste, ahí entran en juego las infiltraciones cuyos resultados suelen ser "rápidos y efectivos". "Se inyectan corticoides y anestesia en la zona y lo normal es que tenga muy buenos resultados", nos cuenta Barra. Tratamiento temporal que probablemente estará llevando a cabo la Reina como última opción antes de verse obligada a pasar por quirófano.
Al menos por el momento, la madre de Leonor y Sofía se resiste a operarse, pero a juzgar por la imagen en Países Bajos cada vez estaría más cerca. Según nos ha contado Marta, se trata de una cirugía sencilla, pero de dolorosa y larga recuperación en la que se retira "ese nudo que se ha hecho alrededor de uno de los nervios de la zona".
En el caso de que doña Letizia decidiera pasar por quirófano tendrá que estar alrededor de 20 días llevando un zapato ortopédico especial en el pie operado. Después, poco a poco empezará a caminar con zapatillas y calzado ancho y plano hasta que la zona se recupere por completo. Sin duda, un post-operatorio un tanto tedioso teniendo en cuenta la cantidad de compromisos profesionales a los que tiene que hacer frente cada semana. Solo el tiempo dirá si finalmente decide erradicar el dolor o, por el contrario, prefiere seguir mitigando la molestia con otro tipo de tratamientos menos invasivos.
Preocupación por la reina Letizia
La resaca de la visita de la reina Letizia a Holanda ha hecho que la preocupación por su salud continúe muy presente. La reina tenía que sentarse durante la cena de gala por el terrible dolor que siente. No era la primera vez que Letizia se veía obligada a tomar medidas pero sí una de las más visibles. Los medios internacionales se hacían eco de su estado y daban visibilidad a la dolencia que padece. Todas las miradas, de nuevo, puestas en la reina por su estado. Y eso que, habitualmente, Letizia no suele saltarse el protocolo nunca.
Cada vez es más común ver a la reina con zapato plano y calzado cómodo para evitar los estragos de la dolencia que padece. La reina, siempre atenta a la diferencia de altura con el rey Felipe, apuesta por los tacones en sus actos públicos. Sobre todo en aquellos de mayor trascendencia o donde el estilismo requiera una mayor altura. Es lo que ocurrió en Holanda, donde la cena de gala y la presencia de los reyes Guillermo y Máxima hicieron que Letizia apostase por unos tacones que acabaron pasándole factura.