La reina Letizia ha vuelto a las buenas costumbres estilísticas y tras muchos meses sin estrenar ropa y reciclando looks sin parar ha brillado en un acto estrenando y sacando su mejor versión. Los Reyes han presidido este martes por la tarde el acto de presentación de la mueva marca IFEMA y doña Letizia ha pisado muy fuerte.
Doña Letizia ha sucumbido al binomio blanco y negro, que siempre resulta elegante y que además esta temporada vuelve a ser máxima tendencia. La madre de la princesa Leonor ha combinado un top negro básico de cuello halter que nunca le habíamos visto y lo ha combinado con una falda de tablas de color blanco de Adolfo Domínguez. Esta falda es una de las mejores incorporaciones al fondo de armario de la reina, una prenda que rejuvenece y totalmente de su gusto que además es atemporal y súper versátil con la que, además, ha vuelto a hacer un guiño a la moda española.
Como complementos, doña Letizia ha calzado sus salones negros clásicos de Manolo Blahnik con los que ha estilizado al máximo su figura y bolso de Nina Ricci. También ha rescatado su cinturón ancho de Burberry, que se ha convertido en su accesorio favorito últimamente y que ya le hemos visto combinado de distintas formas (todas de lo más estilosas). También ha cambiado de joyas, a excepción de su famoso anillo de Karem Hallam, y ha lucido unos pendientes más llamativos.
Un look mininalista pero impecable, que siempre es adecuado y resulta elegante, con el que además ha potenciado al máximo su silueta dejando sus brazos definidos al aire y marcando cintura. Este tipo de faldas son las favoritas de la reina Letizia y con el color se ha adelantado al verano potenciado al máximo su bronceado.
Es el segundo look con mucha fuerza de esta semana de doña Letizia, que este lunes impactaba con un total look de Roberto Torretta en color rojo de americana y pantalón de campana. Parece que tras un año marcado por la sobriedad en sus estilismos, la esposa de Felipe VI empieza a recuperar su mejor versión estilística.