Desde que se publicó el comunicado en el que Harry y Meghan anunciaron que se retiran de la vida pública, no había ni rastro de Isabel II. Lo único que se sabía hasta el momento era que la reina de Inglaterra estaba bastante enfadada con la decisión de su nieto de dejar de formar parte de la familia real británica. Así lo comunicó a través de un comunicado en el que confesó que no entendía esta decisión tan precipitada y en el que pidió tiempo para organizar la situación. Ahora, dos días después, la soberana británica ha reaparecido y lo ha hecho de una forma que parece toda una declaración de intenciones.
Isabel II continúa en Sandringham, el lugar en el que pasa sus vacaciones de Navidad. Allí ha reaparecido y lo ha hecho en su coche. Y lo más llamativo, es que ha sido ella misma la que ha conducido el vehículo. Hacía mucho tiempo que no veíamos a la reina de Inglaterra al volante. De hecho hace unos meses decidió dejar de conducir por lugares públicos, pero a sus 93 años no ha dejado de hacerlo en sus residencias privadas. Así que Isabel II no ha dudado en coger su coche y darse un paseo por el terreno exterior de su casa de vacaciones.
Esto se puede interpretar como un gesto con el que Isabel II da muestra de su autoridad y de que piensa seguir en el trono. Por si a Harry, a Meghan o a cualquier otra persona no le había quedado claro, al ponerse al volante ha demostrado una vez más que se encuentra perfectamente y que no depende de nadie para hacer las cosas como ella quiere. Eso sí, la reina de Inglaterra ha dado el paseo acompañada. En el asiento trasero iba uno de los perros de la monarca.