La reina Camilla tira la toalla con Carlos III: la gran crisis que ha destapado la prensa británica

Esta última semana ha sido especialmente movida para los reyes Carlos III (76 años) y la reina Camilla (77 años), que acaban de regresar de su visita de Estado a Italia, donde además han podido celebrar sus 20 años de matrimonio mientras reforzaban los lazos entre ambos países. Este viaje ha sido muy comentado por llegar justo después de que el monarca estuviese ingresado en el hospital debido a los efectos secundarios derivados del tratamiento contra el cáncer que padece. Sin embargo, este no ha querido dejar de ejercer en ningún momento, algo sobre lo que su mujer acaba de pronunciarse sin censura.

El gran reto de la reina respecto a su marido

El medio británico ‘Express’ se ha hecho eco de las últimas declaraciones a la prensa de la reina Camilla, asegurando que a su esposo le motiva "ayudar a los demás", por lo que no cree que haya ninguna posibilidad de que reduzca su carga de trabajo a pesar de su lucha contra el cáncer. Es más, esto es algo que a ella le gustaría, pero durante su visita a Italia esta semana respondió de manera bastante tajante cuando le preguntaron si el rey estaría dispuesto a tomarse las cosas con más calma tras su reciente ingreso hospitalario diciendo: "¡Sigue soñando!".

Camilla le conoce bien y asegura que Carlos no estaría para nada feliz si hiciese las cosas con más calma, ya ​​que actualmente está decidido a recuperar el tiempo perdido tras haber tenido que posponer sus deberes reales durante casi tres meses el año pasado después de su diagnóstico inicial en febrero de 2024.

En estas declaraciones realizadas en Roma, la reina aseguró que a Carlos III “le encanta su trabajo y le da fuerzas. Y creo que es maravilloso. Si uno ha estado enfermo y se está recuperando y está mejorando, pues ahora quiere hacer cada vez más. Ese es el problema”, comentaba. Es más, este medio asegura que el tratamiento contra el cáncer que está recibiendo el rey va "estupendamente" a pesar del bache de salud que sufrió recientemente. Esto se describió como un simple “desliz”, por lo que sus médicos están bastante contentos de que el rey mantenga su carga de trabajo.

Además, este comentario de la reina en el que ha dejado claro que su marido no piensa bajar el ritmo es algo que corroboró un alto funcionario de Palacio: "¡Todos lo hemos intentado! Pero como habrán visto, el rey disfruta de su trabajo, le gusta relacionarse con la mayor cantidad de gente posible; tiene un apetito voraz por la lectura, y como lee mucho, aprende mucho". Y es que los reyes han tenido hasta 17 compromisos durante su viaje a Italia en apenas unos días, un número que parece elevado pero que no son tantos en comparación con otras visitas de Estado anteriores, siendo una enorme muestra de la vitalidad del monarca.

 

 

 

 

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El preocupante comentario de Carlos III sobre su salud

A pesar de la salud del rey y de sus ganas imparables de realizar diferentes actos, un comentario que hizo durante este último viaje llamó mucho la atención de todos respecto a si él mismo estaría preocupado por su futuro. Esto sucedió cuando los reyes quedaron con los representantes de la Circular Bioeconomy Alliance en los jardines de Villa Wolkonsky, residencia de la embajadora británica, siendo una cita en la que Carlos III participó en la plantación de un árbol como símbolo de su compromiso con la biodiversidad.

El rey echó tierras en las raíces del mismo y al terminar soltó una frase que llamó mucho la atención de los allí presentes: “Espero vivir lo suficiente para ver un poco de crecimiento en el árbol”, siendo un comentario lo suficientemente grave como para que muchos especulasen sobre el futuro del rey, que justo acababa de ser ingresado por el cáncer que padece.

El Palacio de Buckingham ha asegurado que el monarca está bien mientras sigue este tratamiento, pero los medios británicos creen que este debería “bajar el ritmo”, tal y como informan desde ‘ABC’. Este medio cita a Phil Dampier, experto en realeza, que aseguró que “es vital que cuide su salud y reduzca su carga de trabajo. Tiene que controlar su ritmo, algo que, según ha dicho la reina, no consigue hacer, y probablemente ella sea la única persona a la que escuche”.