Siguiendo la norma de transparencia, la casa real ha hecho públicos los regalos con los que los Reyes y sus hijas fueron agasajados durante su visita a Asturias con motivo de la entrega del premio al Pueblo Ejemplar 2023, que este año recayó en tres parroquias del concejo de Villaviciosa, las de Arroes, Pion y Candanal. Felipe (55 años) y Letizia (51 años) junto a sus hijas Leonor (17 años) y Sofía (16 años), se mostraron muy cercanos durante su visita a las dos primeras parroquias, ya que a la tercera, la de Candanal, por cuestiones de tiempo y logística, no pudo contar con la esperada presencia de la familia real.
Arroes, primera parada
La jornada comenzó, puntualmente, a las 11.30 de la mañana, cuando Felipe, Letizia, Leonor y Sofía llegaron a la parroquia de Arroes. Allí, el rey recibió el bastón de mando de manos del alcalde de Villaviciosa, del que no se desprendió durante toda la jornada. El primer regalo que recibieron los reyes fue un facsímil de la Carta Puebla Fundacional del Concejo de Villaviciosa, un documento histórico otorgado por el rey Alfonso X el sabio en el 750 aniversario de su concesión. Además, recibieron una reproducción en azabache del logotipo de la candidatura de la cultura sidrera como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
La princesa Leonor y la infanta Sofía fueron obsequiadas con unas miniaturas de la virgen de Covadonga, patrona de Asturias, realizadas igualmente en azabache de Villaviciosa.
Leonor saluda a una de las mujeres que regentan una parada de manzanas.
Los vecinos también quisieron agasajar a la familia real
Pero no solo hubo obsequios institucionales. Así como la familia real se mostró muy cercana en todo momento con los asturianos, estos, a su vez, quisieron responder a ese cariño con unos regalos con un gran significado. El rey Felipe recibió una pluma estilográfica de diseño exclusivo, fabricada en Quintueles, otra de las parroquias de Villaviciosa. Letizia, Leonor y Sofía, por su parte, recibieron unos pendientes artesanales confeccionados con la magaya de la manzana, que cromó a continuación y, finalmente, la engastó en metal.
Los vecinos habían montado un mercadillo agroalimentario y tanto los reyes como sus hijas se interesaron tanto por los animales, como por los productos de la tierra y la artesanía de la zona. El diario La Nueva España recoge cómo Letizia no dudó en adquirir unos pendientes elaborados con magaya, redondos y con una manzana y una botella de sidra como decoración, obra de la artesana local Patricia Escobar. Le gustaron tanto que decidió ponérselos inmediatamente. "No suelo hacer esto", comentó antes de quitarse los suyos y ponerse los nuevos.
La familia real con el toro 'Galo' y sus propietarios.