Tras unas vacaciones en las que Rania de Jordania (53 años) nos ha deleitado con looks favorecedores, juveniles y cargados de tendencia, su vuelta a la vida pública este miércoles también ha traído consigo el regreso a su versión más clásica y conservadora. En la víspera de su cumpleaños, la reina hachemita ha visitado la cocina de Firyal Kofahi en el pueblo de Hawar situado en la localidad jordana de Irbid.
Para este día entre mujeres donde Rania pudo conocer de primera mano como trabajan y probar algunos de los platos más típicos, volvió a dar una lección de estilo con un elegante vestido tipo caftán de color blanco con unos románticos bordados florales en las mangas y puños.
De manga abullonada, escote cerrado y falda fluida con dos franjas moradas que creaban un efecto muy estilizador, destaca un pequeño cinturón morado con el que acentúa más si cabe su silueta, truco al que recurre frecuentemente la reina Letizia. No faltan detalles en la zona del cuerpo de la que cuelgan unas divertidas borlas.
Si no fuera por el fondo blanco, prohibidísimo en cualquier boda, el diseño que ha estrenado Rania es pura inspiración para invitadas por todo lo que favorece sea cual sea tu edad.
La mujer del rey Abdalá II completó su look con un pañuelo a juego y zapatos nuevos de Jimmy Choo. Unos salones de tacón sensato en relieve en tonos blancos y beige, perfectos para ir cómoda a la par de estilosa. Finalmente, tal y como es habitual en ella lució su voluminosa y envidiable melena ligeramente ondulada y con destellos dorados al aire.
Rania de Jordania cumple 53 años rodeada de sus hijos
Este 31 de agosto Jordania está de fiesta con motivo del cumpleaños de la reina Rania. Tal y como es tradición, la monarca soplará las velas en palacio rodeada de toda su familia, una nueva excusa para reunir a todos sus hijos sobre todo desde que Iman y Hussein contrajeran matrimonio.
Considerada una de las royals más elegantes e influyentes del mundo capaz de renovar (y de qué manera) la imagen de la mujer árabe. Alcanzó el título de Reina de Jordania con apenas 23 años, convirtiéndose en la monarca más joven del mundo.
Licenciada en Administración de Empresas, lo cierto es que nunca soñó con ser Reina, pero lo suyo con el entonces príncipe Abdalá fue un flechazo. El matrimonio se conoció en 1992 durante una cena y seis meses después anunciaron su compromiso, una gran boda real que tuvo lugar el 10 de julio de 1993 en el palacio de Zahran y que supuso el punto de partida de uno de los matrimonios más estables y queridos de la realeza.
Desde entonces, Rania ha utilizado su papel en la realeza para mostrar su apoyo a las mujeres árabes y mejorar la educación de los niños, algo que le ha llevado a convertirse en un referente de moda y vida no solo en Jordania sino también en el mundo.