Un rey no debe tener amigos. No es una frase cualquiera ni fue pronunciada por alguien cualquiera. Es una de las máximas que la reina Sofía siempre ha aplicado a su vida. Hija y hermana y madre de reyes, la emérita ha tenido muy claro que la Corona va por encima de todo. Tener personas demasiado cercanas es un riesgo y puede acabar salpicando a la institución a la que ha dado su vida. De hecho, junto a la reina Sofía tan solo vemos a su hermana Irene y a su prima Tatiana. Todo lo demás está de más.
Su hijo Felipe no ha seguido la misma senda. El actual rey no tiene un círculo cercano demasiado amplio pero sí cuenta con personas de su máxima confianza con las que comparte tiempo, intimidades y confidencias. Una serie de nombres que nunca le han fallado y de los que poco o nada se sabe en público. La amistad con el rey no es algo que se comente. Más bien se protege, se guarda y se calla.
Entre estas personas que siempre han arropado al rey Felipe destaca una. Alguien que ha formado parte de su infancia y juventud, que ha estado a su lado en los momentos clave y que le acompaña a día de hoy cuando deja el traje de rey para ponerse el de Felipe de Borbón. Es su mejor amigo, el único que conserva de su etapa en el colegio. Se trata de Álvaro Fuster, empresario discreto donde los haya y persona de enorme confianza del monarca.
El mejor amigo del rey Felipe
Álvaro Fuster y el entonces príncipe Felipe coincidieron en el colegio. El Santa Maria de los Rosales, la misma institución que luego vio llegar a la princesa Leonor y a la infanta Sofía, fue el lugar donde Felipe forjó algunas de sus mejores amistades. Álvaro y su hermano Ricardo formaban parte del grupo que acompañaba al príncipe. Por edad y afinidades, finalmente fue Álvaro quien se quedó en la vida del futuro rey.
El destino estudiantil y profesional les fue separando pero no minó en ningún momento su amistad. Compartían confidencias y salidas nocturnas. Era habitual ver al príncipe con los Fuster en discotecas y excursiones. También esquiando o practicando vela. Las grandes aficiones del rey Felipe que comparte a día de hoy con el que es su gran amigo. También en el terreno sentimental tuvieron mucho que ver.
Álvaro estuvo presente en el romance del entonces príncipe con su primera novia, Isabel Sartorius, amigo de la familia Fuster. También se asegura que fue quien medió en la relación de Felipe con Eva Sannum. La casa de los Fuster en el pantano de san Juan, dicen, era el lugar en el que la pareja pasaba sus ratos de intimidad lejos de las miradas ajenas.
Fuster ha sido siempre el guardián de los secretos del rey. Fue el primero que tuvo noticias del romance del monarca con Letizia Ortiz y también el primero de sus amigos que conoció a la presentadora. Nunca reveló nada al respecto y guardó la identidad de la futura reina como oro en paño. La amistad de un rey acarrea muchas consecuencias.
Las salidas privadas del rey Felipe y Álvaro Fuster
Revelaba el portal ‘Mujer hoy’ que Fuster era el acompañante fiel del rey Felipe cuando salían de marcha en el centro de Madrid. Juntos iban a las discotecas de moda y Fuster se encargaba de reservar el espacio para que nadie les molestase. Utilizaba el nombre de ‘Tomás’ para que nadie fuese conocedor de que se trataba del heredero al trono. Allí aparecieron los primeros romances para ambos.
Estas salidas privadas del rey y su mejor amigos siguen a día de hoy, aunque, claro, las discotecas son cosas del pasado. Ahora Felipe y Álvaro van a cenar a restaurantes, a esquiar a Baqueira o en veladas íntimas donde el monarca puede ser él mismo sin la presión de la Corona. Pese a su discreción, se les ha podido ver juntos en los últimos tiempos.
Como ocurre con los pocos amigos que mantiene, la relación de estos con la reina Letizia es más bien lejana. El escándalo que se montó con los mensajes entre la reina y el empresario Javier López Madrid, también amigo del rey -el famoso ‘compi yogui’-, tuvo posiblemente mucho que ver. Desde entonces poco o nada hemos sabido del círculo del rey y de su verdadera relación con la reina Letizia.
Un papel esencial en sus respectivas familias
El apoyo incondicional de Álvaro Fuster hizo que se convirtiese en testigo de la boda de los reyes Felipe y Letizia. Y como no podía ser de otra forma, los entonces príncipes acudieron al enlace de Fuster con Beatriz Mira en 2012. De hecho, el monarca es padrino del hijo mayor de la pareja. Hasta ese nivel llega su amistad recíproca.
La amistad de Felipe con los Fuster es tal que son como su segunda familia. De hecho, fue el propio hermano de Álvaro quien adquirió la casa de la infanta Pilar en la exclusiva finca de Puerta de Hierro. Tras la muerte de la tía del rey Felipe, Fuster se puso en contacto con los Gómez-Acebo para adquirir la propiedad. Nadie iba a cuidar mejor de ese emplazamiento.
Deporte, salidas y una vida juntos. Cuarenta años de amistad que han hecho de Álvaro Fuster el hombre que lo sabe todo del actual rey. Una pieza esencial en la vida del monarca y el guardián de sus grandes secretos.