Qué es el 'complejo de Pitufina', el síndrome que afectaría a la princesa Leonor

El pasado jueves fue el día en el que la princesa Leonor (18 años) ponía fin a unas vacaciones de verano de lo más variadas. Ha tenido tiempo de todo durante estos meses. Pero tocaba volver a su formación castrense. La hija de la reina Letizia (51 años) llegaba a la Escuela Naval Militar de Marín con la misma ilusión que comenzó el año anterior su formación en Zaragoza. Pero en esta ocasión se debe enfrentar a nuevos retos y también al complejo de Pitufina en el que se encuentra inmersa.

La Princesa de Asturias se hace mayor. Durante su etapa estival ha podido llevar a cabo su primer viaje de Estado oficial en solitario en Portugal. Después realizó unas jornadas maratonianas en los Juegos Olímpicos de París en compañía de su fiel escudera, su hermana la infanta Sofía (17 años). Por último, ha podido desconectar con unos días en familia para acabar su verano más especial con un plan con sus amigos por Málaga, la ciudad de la Costa del Sol. Ahora toca volver al trabajo.

El complejo de Pitufina que arrastra la princesa Leonor

La hija del rey Felipe VI (56 años) ha demostrado estar muy feliz al inicio de esta etapa en la Marina que acaba de comenzar. De hecho, tal y como ya sucediera en Zaragoza, Leonor ha encajado a la perfección con sus compañeros, con los que incluso ya se le ha podido ver de tapas con ellos. En cualquier caso, con el paso del tiempo seguro que acaba forjando amistades para toda la vida y que quizá en un futuro sirvan de ayuda cuando se proclame Reina de España.

No obstante, la situación en la localidad gallega es muy diferente a la que vivió en la capital aragonesa. Durante su primer año de formación castrense la heredera contaba con la misma igualdad de hombres que de mujeres prácticamente. Es decir, en el Ejército de Tierra había muchas más mujeres de las que hay en la Marina. En la promoción de la hija mayor de los monarcas hay 70 chicos y un total de ocho mujeres para ser exactos.

Este hecho no es ningún impedimento para sus relaciones interpersonales pero sí recuerda, en cierta medida, a ese complejo de Pitufina de las series de ficción de antaño. En el año 1991 Katha Pollitt realizó un ensayo para ‘The New York Times’ que hablaba de ello. La escritora se centraba en analizar las ficciones de la época, en las que existía un personaje femenino que cumplía con todos los estereotipos de la mujer, donde habitualmente era una chica rubia, sexy y atractiva.

“Los espectáculos contemporáneos son ya sea protagonizados esencialmente solo por hombres, como Garfield, o se organizan en lo que yo llamo el principio de Pitufina: un grupo de amigos masculinos será acentuado por una mujer solitaria, definida de manera estereotipada”, escribía Pollitt. Con posterioridad, la comunicadora Anita Sarkeesian hablaba de lo nocivo que este síndrome, ya que se ve a la mujer como una excepción, siendo una versión limitada de lo femenino.

La nueva ilusión de la princesa Leonor

Teniendo en cuenta el escenario en el que se va a encontrar la hija de los monarcas durante los próximos meses, puede que aparezcan diferentes informaciones sobre su vida privada. Hay que echar la vista atrás para recordar lo que ocurrió en el desfile de las Fuerzas Armadas cuando se le relacionó con unos de sus compañeros por la complicidad y las risas que demostraron ambos en ese momento.

Sin embargo, entre Leonor y su compañero no había nada más que una bonita amistad que ha perdurado con el tiempo. Probablemente durante este curso también consiga hacer buenas migas con muchos de sus compañeros, ya que hasta el próximo mes de enero permanecerá en la escuela. A partir de ahí se irá a surcar los mares en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, demostrando sus destrezas y habilidades aprendidas durante el curso.

Pero debido a su mayoría de edad y a la difusión de estos planes privados de la nieta de la reina Sofía, la prensa internacional se está haciendo eco de diferentes noticias que tendrían que ver con su vida privada. En concreto la prensa portuguesa ha publicado que la heredera tendría una nueva ilusión. Además, ha dado incluso el nombre del supuesto elegido que no es otro que Pedro López-Quesada. El pasado sábado su hermana Victoria pasaba por el altar y el rey Felipe acudía al enlace por ser su ahijado. Por tanto, Leonor y Pedro se conocen de hace años y ahora comparten formación militar como guardiamarinas, lo que ha llevado a los medios lusos a pensar que podría haber algo más entre ellos.