Una psicóloga, sobre Pablo Urdangarin, hijo de la infanta Cristina: "Los hermanos no tienen por qué permanecer unidos como un bloque toda la vida"

Cuando se cumplen tres años de la polémica separación de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, hablamos con una psicóloga sobre el papel que adoptó Pablo Urdangarin en toda la historia

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Pablo Urdangarin
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Con permiso de sus tres hermanos, Pablo Urgandarin (24 años) se convirtió en el protagonista indirecto de la polémica separación de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Sin quererlo, el hijo mediano de los que fuera duques de Palma se alzó con el título de 'portavoz'. Siempre con buen gesto y la mejor actitud, el joven capeó de la mejor forma que supo el tsunami mediático que se le vino encima de un día para otro. 

De aquel momento ya han pasado tres intensos años en los que Pablo se ha convertido en la "bisagra" entre sus padres. Mientras que sus hermanos dieron la espalda en cierta forma a Iñaki por el daño que le estaba haciendo a su madre, él permaneció impasible, a un lado y otro, escuchando pero sin juzgar. 

Juan Urdangarin se "borró" del mapa, Miguel lo vivió en la distancia porque residía en Reino Unido e Irene fue probablemente la que más sufrió. En ese entonces, vivía en Suiza con la infanta y fue testigo de todo su sufrimiento. De ahí que durante varios meses quiso poner distancia con su padre hasta que Iñaki no dudó en viajar hasta la que fuera su casa familiar a solucionarlo.

El papel de Pablo Urdangarín

Desde Lecturas hemos abordado su papel "protagonista" en la polémica separación de sus padres con Helena Trujillo, psicóloga y psicoanalista de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero. Los hijos suelen ser aquellos que más sufren en este tipo de situaciones, sobre todo si ocurren de una forma tan inesperada como esta. 

Infanta Cristina y Pablo Urdangarin
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¿Qué factores psicológicos pueden influir en que Pablo Urdangarin haya afrontado el divorcio de manera diferente a sus hermanos?
Pablo, no eligió entre su madre o su padre, pudo establecer puente y mantener su cariño por ellos sin resentimiento. Como deportista de alto nivel está habituado a afrontar situaciones competitivas, estrés y decepciones... Además, tiene una vida estable, no hay tenido que interrumpir su vida por la situación sentimental de sus padres, no ha tenido que hacer concesiones y, por tanto, no siente el peso de los reproches, ello le ha permitido desarrollar un aire conciliador.

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A Pablo se le ha descrito como la "bisagra" de la familia. ¿Qué implicaciones psicológicas puede tener asumir este rol?
No es conveniente que encasillemos a las personas por sus actitudes en un momento determinado. La familia Urdangarín Borbón lo será siempre porque hay cuatro hijos en común y, como en todas las familias, hay momentos de unión y momentos de diferencias o conflictos. Es imposible que los seis miembros de esa familia vayan a estar siempre alineados en una misma opinión.

Ahora, las diferencias entre sus padres han podido ser sobrellevadas por Pablo, tal vez mejor que el resto de sus hermanos, pero eso no quiere decir que en el futuro tenga que ser de la misma manera. Son personas con necesidades afectivas como cualquier otra, necesitan privacidad, respeto, tolerancia y espacio para desarrollar sus propias vidas.

¿Su actitud conciliadora podría enfrentarle con sus hermanos?
Los hermanos no tienen por qué permanecer unidos como un bloque toda la vida, es más, pueden estar unidos en el amor y tener cada uno su vida y su manera de pensar. Los lazos familiares les unen para siempre, sus padres van a serlo para siempre, su cercanía y unión dependerá mucho de si se sienten respetados y amados. Cuando aparece la intolerancia las personas tendemos a separarnos como medida de protección. Acercarse a las personas que nos juzgan o que son hostiles con nosotros impone tener que luchar y hacerse oír, hay personas que no lo toleran y prefieren alejarse.

Las tensiones entre hermanos pueden aparecer en la vida adulta motivadas por cuestiones económicas cuando cada uno forma su propia familia y vela por los intereses de la misma, esto puede pasar en este caso o no. El tiempo lo dirá...

 

¿Qué impacto puede tener en su desarrollo emocional el haber asumido este papel mediador entre sus padres y hermanos?
La actitud conciliadora de Pablo es un signo de equilibrio y afrontamiento de las situaciones difíciles, es un punto a favor de su desarrollo como persona. El odio y el rencor hace mal a las personas porque nunca termina de descargarse del todo, ninguna venganza lo agota. En este caso, eligió el amor, seguir adelante, centrarse en sus cosas sin abandonar a sus seres queridos. Es un buen signo de salud mental y equilibrio.

¿Existen diferencias en cómo los hijos procesan el divorcio de sus progenitores dependiendo de la edad en la que ocurre? 
Es evidente que los años de la adolescencia son años de grandes cambios para los jóvenes, hay una tensión evidente entre el que uno era antes y la necesidad de mayor autonomía e independencia, esto desencadena en algunos jóvenes conductas hostiles o rebeldes. Pablo [tenía 21 años] era un joven más maduro que Irene en el momento de la separación, pero los caracteres de cada uno pudieron ayudar o no a elaborar ese cambio de vida impulsado por la situación sentimental de sus padres. Irene, con 16 años, estaba aún bajo las alas de sus padres, Pablo ya se encaminaba a la vida adulta y sus propias decisiones vitales, eso pudo ayudarle a empatizar con el difícil momento vivido por sus padres y ser más comprensivo con ellos.

Irene y Pablo Urdangarin
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¿Podría su comportamiento estar influenciado por una relación más estrecha con alguno de sus padres?
Cada hijo, a pesar de tener los mismos padres y valores, es diferente al resto. Tenemos que aceptarlo. Cada uno tiene su propio aparato psíquico, su propia identidad, no hay dos personas iguales. Me parece que no tendríamos que justificar la conducta de ninguna persona, Pablo actuó como bien pudo en ese momento, por su manera de ser, de pensar, por su manera de expresar el amor y de recibirlo. Que sus hermanos sean diferentes es normal y lógico, no tendría que ser juzgado como mejor o peor. Cada uno hace lo que puede en cada momento. Cuando uno manifiesta dificultades tendría que ser ayudado, comprendido, no juzgado.

¿Cómo se puede diferenciar una madurez emocional genuina de una sobrecarga de responsabilidad en un hijo que intenta unir a su familia?
La madurez emocional genuina es un ideal. Que las personas podamos afrontar una situación de crisis en un momento dado, no garantiza que podamos hacerlo en otro momento vital. Siempre habrá un día que uno “se rompa”, que muestre que no puede. Pablo no es una excepción.

En ese momento de su vida, estaba muy centrado y no se dejó vencer por la dura situación familiar, tensada por el enfoque mediático, pero eso no quiere decir que en el futuro, una decepción o ruptura, no le haga zozobrar y mostrarse como cualquier otro mortal. En todos hay amor y odio hacia las personas amadas, en Pablo también, son sentimientos genuinos, inconscientes, que compartimos todos los seres humanos.

Pablo Urdangarin y la reina Sofía.

Pablo Urdangarin y la reina Sofía.

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¿Cuáles son los riesgos de que un hijo asuma el rol de "pacificador" en una familia separada?
Pablo no está solo. Aunque los padres cometan errores, aunque puedan hablar a través del dolor y la decepción, siguen estando ahí para sus hijos. El dolor con el tiempo disminuye, las personas vuelven a encontrar el amor, rehacen sus vidas y pueden construir una nueva relación civilizada con su ex. La ayuda profesional en muchos casos es fundamental para poder afrontar este tipo de situaciones.

Como conclusión final, la psicóloga advierte que "los hijos no tendrían que elegir nunca entre un progenitor u otro. Hagan lo que hagan estos, ambos son sus padres y lo serán para toda la vida". Y aconseja que en este tipo de casos tan extremos los implicados acudan a un profesional que les guíe en la forma de gestionar las situaciones de cambio o conflicto. "Ayuda a poder gestionar las emociones difíciles, restablecer pactos, redimensionar la situación. Es mejor estar acompañados en los momentos de dificultad", sentencia.