El príncipe Harry destapa la gran mentira de la boda de Kate Middleton y el príncipe Guillermo

Las filtraciones sobre el contenido de la biografía del príncipe Harry (37 años) continuan. Drogas, alcohol, sexo, peleas... el hijo pequeño de Lady Di lo ha contado todo sobre los años en los que su nombre estuvo ligado a la Casa Real británica. Cansado de mentiras y sin nada que perder, Harry se armaba de valor para hablar con lujo de detalles de las luces y sombras de la institución.

El príncipe Guillermo (41 años) ha sido el gran damnificado de este relato. Harry dibuja a su hermano como un hombre agresivo, casi despiadado, que lo hará todo por defender a la corona, aunque eso signifique llevarse por delante lo que parecía una idílica relación entre hermanos. Después de salir a la luz el motivo de la pelea que supuso la ruptura definitiva entre Kate Middleton (40 años) y Meghan Markle (41 años), ha trascendido la gran mentira que marcó la boda de los actuales príncipes de Gales.

Kate y Guillermo ya convertidos en marido y mujer

Nos tenemos que remontar a la Abadía de Westmisnter el 29 de abril de 2011, día de la boda de Kate Middleton y Guillermo. A ojos de todos, el príncipe Harry fue elegido por su hermano como el padrino de la ceremonia, ahora, a punto de cumplirse 12 años, nos hemos enterado que nunca fue así. Tal y como ha revelado el duque de Sussex en sus memorias, todo fue producto del "espectáculo", para reafirmar a ojos de todos el fuerte vínculo que existía entre ellos. Los padrinos reales del enlace fueron James Meade y Thomas Van Straubenzee, amigos íntimos de la pareja y los encargados, también, de dar el discurso en la recepción.

Lejos de quedarse ahí, Harry ha revelado que su hermano acudió a dar el 'sí, quiero' a Kate Middleton "borracho con el ron de la noche anterior". De hecho, cuenta que fue él quien le ofreció caramelos de menta en el coche porque "olía a alcohol".

"Se me congeló el pene"

Una peculiar anécdota marcó la presencia de Harry en la boda de Guillermo y Kate. Él mismo narra que arrastró una serie de secuelas debido a la expedición que hizo al Polo Norte en marzo de 2011, algo que le llevó a estar muy incómodo a lo largo de toda la ceremonia y posterior fiesta. "Se me congeló el pene. Papá estaba muy interesado y simpatizaba con la incomodidad de mis orejas y mejillas cortadas por la escarcha", recuerda Harry, quien no quiso entrar a hablar de sus partes más íntimas. "Al volver a casa me di cuenta de que estaba congelado. Mientras las orejas y las mejillas se estaban curando, el pene no. Se había convertido en un problema cada día más grande".